martes, 11 de diciembre de 2018

Norte de Etiopia: del cielo de las Simien al infierno del Danakil. Trekking Simien primera etapa.

Norte de Etiopía. Tercera parte: trekking macizo de las Simien de Sankaber a Geech  (1º etapa). 

Duración: 4 horas
Dificultad: Fácil

(8 de Noviembre de 2018)

Iniciamos uno de los atractivos principales de este viaje: el trekking del macizo de las montañas Simien. En nuestro viaje la duración era de 5 días, aunque los hay más cortos (3 días) y más largos (7 días). Este último suele incluir la ascensión al pico más alto de Etiopía, el Ras Dashen o Ras Dejen, con 4553 m de altura. Es el décimo pico más alto de África. 

Tras un largo traslado por carretera desde Gondar  llegamos hasta Debark, localidad donde se encuentras las oficinas del Parque Nacional Montañas Simien. Aquí se pagan los permisos y se te asigna un scout armado. Hay que aclarar que  el riesgo es mínimo y se trata más de un trámite para dar trabajo a la gente del lugar. Wende, nuestro guía se ocupó de contratar a los cocineros y ayudantes de cocina y los muleros que llevaran los pertrechos del campamento. 

El paisaje del trayecto es muy agradable: montañas y colinas, agradablemente onduladas y cultivadas con cereales. En Debark Josep hizó el registro mientras tomábamos algo en un garito local. Por supuesto nuestros guías se zamparon el tradicional injera


Camino de Debark. 

Los cereales son el cultivo predominante. 

Ya empezamos a ver las características montañas de la zona. 

Mientras esperamos los permisos vale la pena tomar un buen café etíope. 
Mucho mejor que la Coca-Cola, por supuesto. Lo toman con bastante azúcar. 

Wende dispuesto a dar buena cuenta del injera

Unos cuantos colegas se apuntan al ágape. 

Detalle de otro plato de injera, esta vez con carne. 

Saliendo de Debark hacia las Simien. 

Desde las afueras de Debark se toma una pista que nos lleva hasta Sankaber, el primer campamento, desde donde iniciaremos el trekking. Allí nos dejó la furgoneta y trasladamos nuestros fardos, comida y material de acampada a los burros y mulos. Aunque los muleros ya estaban teóricamente apalabrados, está lleno de gente que espera ser contratada o que espera a nuevos grupos para el trekking. 

Llegando a Sankaber. 

Descargando los trastos. 

Wende controlando los preparativos. A la derecha está nuestro 
joven cocinero, Endalk, responsable de que no falte nada de 
comida ni del material de acampada. Se encarga de los muleros. 
Hay que decir que a pesar de su juventud demostró
sobradamente su competencia y capacidades. 

El equipaje que no llevamos en la mochila se coloca
en sacos, que serán transportados por esos simpáticos
y utilísimos équidos, sin los cuales el trekking
sería mucho menos cómodo. 

Os dejo algunas imágenes del resto de muleros y otro personal que pulula por el campamento. Son realmente muy fotogénicos. Vereís que llevan un calzado de lo más precario: las chanclas que aquí se han utilizado toda la vida para ir por los ríos, sin calcetines y os puedo asegurar que no vi ni un resbalón aunque la suela no era Vibram. 






El trekking sigue una pista en buen estado, pero antes de empezar a ascender nos desviamos por un camino a la izquierda para ver una fantástica cascada del río Jinbar. Vale la pena. En época de lluvias debe ser aún más impresionante. Tras este aperitivo volvemos  para retomar la pista de nuevo. 

Valle del rio Jinbar. El trekking asciende por el lado derecho. 

Hacia el Norte la vertiente es muy escarpada. 

De repente vemos la cascada enfrente nuestro. 

Detalle de la cascada sobre el rio Jinbar.

Para ver la cascada en toda su altura continuamos
unos metros más por un espolón rocoso. 

Ahora vemos la cascada en casi toda su altura. 
La caída total es de 480 m y se puede rapelar. 

Detalle del velo que forma el agua. 

Tras volver sobre nuestros pasos retomamos la pista que asciende por la derecha del río Jinbar. El cielo se ha ido cubriendo y empieza a lloviznar débilmente. Con los paraguas podemos seguir caminando y fotografiando. Enseguida empezamos a ver los geladas, muy abundantes en esta zona. 

Ascendemos dejando debajo nuestro la gran cascada del Jinbar. 
Acabaremos la jornada en las lomas que vemos al fondo. 

 Los geladas (Theropithecus gelada) en su ambiente de las Simien. 
Este ejemplar parece que disfrutaba como nosotros del paisaje.

Forman grupos que pasan gran parte del día comiendo hierbas y raíces. 

A pesar del día encapotado el paisaje era de gran belleza. 

Estaba repleto de flores del género Kniphofia, posiblemente K. uvaria

Abandonamos la pista, que sigue por la ladera, para descender suavemente por caminos ganaderos hacia el fondo del valle del rio Jinbar. Tras atravesarlo paramos para comer en la otra orilla. Recuerdo que resbalé tontamente y me mojé las piernas. Unos chiquillos acudieron para vendernos refrescos. Sería la tónica habitual del trekking, incluso en lugares bastante apartados. 

Descendemos suavemente, avanzando, hacia el fondo del valle. 

En ocasiones el sol se abre, magnificando las montañas. 

 De vez en cuando encontramos pastores. Cada vez hay menos, 
ya que se trata de un Parque Nacional y hay restricciones. 


Todas estas aguas irán a parar a la gran cascada que hemos visto. 

Ha parado definitivamente de llover y disfrutamos del sol por un buen camino. 

Justo por encima de esta cascada pasaremos
al otro lado del rio Jinbar. 

Detalle de la cascada. 

Parada para comer. Los chiquillos siempre curiosos. 
Wende los abroncaba porque deberían estar en la escuela. 

A continuación viene un ascenso, largo pero cómodo hasta el campamento de Geech, a 3600 m de altura, donde pernoctaremos esta primera jornada. Nuestros muleros y cocineros han atajado por otros caminos y nos esperan  con el campamento instalado y una mesa con té, café y palomitas. Es una curiosa costumbre local. Este trozo del camino me encantó por las laderas recubiertas de unas hierbas muy bonitas y por los colores y texturas de la tierra. 

Empezamos a ascender por la otra vertiente del rio Jinbar. 


Es muy llamativo ver plantas que en Europa creo que 
son ornamentales y aquí crecen silvestres por doquier.  

Maravillosas texturas y colores de la humilde tierra. 

A contraluz era un soberbio expectáculo. 

El terreno presagia más texturas. 

Seguimos subiendo por esta ladera. Mañana
 recorreremos el otro lado del valle

Más colores y texturas. 

Es un terreno de lo más curioso y bonito. 

¡Cómo no sucumbir, fotográficamente hablando, a estos encuadres!

No os aburro más con mis obsesiones fotográficas. 

Algunos riachuelos alegran el paisaje. 

Habían unas curiosas estructuras geológicas.  La madre de Harriet, una magnífica residente de tercer año que tenemos en el Centro de Salud,  le ha comentado que posiblemente sean de origen volcánico. Guillem Municio, geólogo amigo de Oriol, me ha aclarado que efectivamente se han formado por la diferente cristalización a distintas temperaturas de los minerales del magma. 




Debajo el valle del rio Jinbar. 

El camino atraviesa estas laderas herbosas. 

 Son realmente muy fotogénicas. Debajo vemos el bosque original
de las Simien, formado por brezos de gran tamaño. Desgraciadamente, 
el eucalipto se planta debido a su rápido crecimiento y va 
sustituyendo al arbolado autóctono. Otra desgraciada
herencia del colonialismo, como otras muchas. 

Seguimos ganando altura, muy por encima ya de los 3000 metros de altura. 

Y podemos ver las primerias lobelias gigantes (Lobelia rynchopetalum), que 
ocupan el estrato más alto en la vegetación de las Simien. Mueren al florecer. 

 La luz del atardecer tiñe de mágicas texturas las laderas. 

Vemos perfectamente el camino por el que hemos venido. 

Ya queda muy poco para el campamento. Los brezos que vemos
son de la misma especie que los nuestros , es decir brezo 
blanco (Erica arborea), pero bastante más grandes.  

El paisaje nos recuerda los prados alpinos. 

Dejamos abajo un campamento en desuso. 

Llegamos al campamento de Geech. El resto de grupos 
hacía un buen rato que ya había llegado. 

Pudimos disfrutar del paisaje desde el campamento, especialmente cuando salía el sol. Tuve asimismo un buen rato para pajarear y fotografiar especies muy interesantes. Aunque las montañas Bale son un mejor lugar para ver el lobo etíope (Canis simensis), éste también habita en las Simien y el campamento es un buen lugar para verlo si hay suerte, como efectivamente sucedió. Ahí van una imágenes antes de pasar al apartado de fauna. 








El imprescindible fuego que después de cenar 
encendían nuestros cocineros y muleros. 

Aclararos que las comodidades de los integrantes de los grupos están jerarquizadas, de manera similar al salario y las propinas que reciben. Así, nuestro guía local dormía como nosotros en una tienda de campaña. Por debajo estaban los cocineros y muleros que dormían en las precarias edificaciones que hacían el uso de cocina y a veces de comedor, Y en el escalafón más bajo están los scouts, que dormían al aire libre, muchas veces sentados, protegiéndose de la lluvia con un plástico. Cenaban además al final de todo. Se sentían en la obligación de vigilarnos y protegernos, por lo que dormían a nuestro lado. Nuestro scout, que se llama Asfoud, tenía además una buena bronquitis. Nos agradeció mucho la medicación que le dimos. Una bellísima persona, siempre atenta y amable. 


Fauna de las Simien (1º etapa)

Aquí sí que pude disfrutar, fotográficamente hablando, de las aves de las Simien. Tuve además la fortuna de poder ver, después de haber visto al lince ibérico, al que posiblemente sea el 2º carnívoro más amenazado del planeta: la subespecie de las Simien del lobo etíope (Canis simensis). 


Empezamos por este pequeño lagarto. Desconozco la especie. 

El mamífero más fácil de ver son los geladas (Theropithecus gelada), como ya he comentado antes. Forman grupos bastante numerosos que forrajean por los prados y bosques. En altitudes más bajas entran en los cultivos. Son muy tranquilos y no se asustan demasiado de la presencia humana. De hecho pocos predadores tienen excepto algún leopardo, escaso en Etiopía, y se lo piensan dos veces con los tremendos colmillos de los machos. Ahí van unas cuantas imágenes. 




Pero sin duda, lo que más ilusión me hizo fué poder ver un ejemplar de  lobo etíope (Canis simensis). Se trata de un cánido salvaje del que sólo quedan 500-600 ejemplares. Además vi la subespecie más amenazada (Canis simensis simensis), que es la de las Simien. La otra población, en las montañas Bale, es algo más boyante, dentro de la gravedad de su estatus. 

Recuerda por su porte a un chacal o a un zorro, pero su ancestro más cercano es el lobo (Canis lupus).  Mide de 90 a 100 cm de largo y pesan alrededor de 11-12 Kg las hembras y de 14-18 Kg los machos. Es por tanto más pequeño que un lobo pero más grande que un zorro. Se alimenta básicamente de roedores, especialmente de la rata-topo gigante (Tachyoryctes macrocephalus). 

Es difícil de ver en las Simien y con Wende hacíamos cachondeo: me comprometí  a pagar una cena si lo veíamos. Poco antes de la puesta del sol Wende nos dijo que había un ejemplar. No me lo podía creer. Cogí la cámara y salí disparado con Josep. Las fotos son testimoniales por la poca luz y la carrera que me pegué detrás del animal. 



 

Puedo presumir por tanto de haber visto y fotografiado a dos de los carnívoros, posiblemente los que más, amenazados del planeta: el lince ibérico (Lynx pardinus) y el lobo etíope (Canis simensis). Y además puedo decir que los dos me han mirado a los ojos. 




Pasamos ahora a las aves. En el campamento de Geech había una luz y unos posaderos magníficos y pude disfrutar viendo y fotografiando aves. Me es difícil hacer una selección de imágenes para no aburriros demasiado. Empezamos con un curioso pájaro que vive básicamente del polen de las lobelias gigantes. Se trata del Slender-billed Starling (Onychognathus tenuirostris). 





Nada más llegar al campamento vi lo que supongo que es una cogujada montesina o Thekla Lark (Galerida theklae). Me lo parece por el aspecto y por la distribución de la especie. Si no corregidme los expertos. 




Al lado mismo de nuestras tiendas de campaña unos troncos de brezo eran un posadero magnífico para palomas y tórtolas. La luz y el fondo eran estupendos y me harté de fotografiarlas. Empezamos con una selección de la abundantísima paloma de Guinea o Speckled Pigeon (Columba guinea): en pareja, en grupo, acompañada de una tórtola, en solitario, con luz, en las sombras...un festival vamos. 





   
 
 
 


Seguimos con la ya también familiar Dusky Turtle Dove (Streptopelia lugens). Como ya comenté es una tórtola muy robusta, bastante más grande que la tórtola europea, aunque menor que la paloma de Guinea. 





Continuamos con lo que supongo que es una Tawny Eagle (Aquila Rapax). No obstante tengo mis dudas porque parece que esté mudando la pluma. Por distribución y tamaño es el águila más lógica. 


Vamos ahora con un pajarillo a contraluz, pero el sensor de la A6500 permite levantar bien las sombras. Si mi Helm Field Guide no me engaña se trata de un macho de Ethiopian Siskin (Serinus nigriceps). 




Otra ave que era abundante y se dejó fotografiar muy bien es el Red-breaster Wheatear (Oenanthe bottae). Gracias a Santi Villa por la identificación, porque en mi guía no lo veía nada claro. 







Por útimo la estrella ornitológica del día: el imponente por porte y tamaño Thick-billed Raven (Corvus crassirostris). Es bastante más grande que nuestros cuervos (mide entre 60 y 70 cm) y tiene un pico impresionante. El plumaje no es tan negro y tiene matices que me recordaron a los ibis. Por supuesto endémico de Etiopía. Ahí va una selección de imágenes. 











   



Enlaces a las otras entradas de Etiopía. 

Primera parte: Las iglesias excavadas en la roca de Lalibela. Pinchar aquí.  

Segunda parte: Gondar. Pinchar aquí. 

Tercera pare: Trekking Simien segunda etapa. Pinchar aquí. 

Tercera parte: Trekking Simien tercera etapa. Pinchar aquí. 

Tercera parte: Trekking Simien cuarta etapa. Pinchar aquí. 

Tercera parte: Trekking Simien quinta y sexta etapas. Pinchar aquí. 

Cuarta parte: Axum. Pinchar aquí. 

Cuarta parte: Axum, flora y fauna. Pinchar aquí. 

Quinta parte: Tigray. Pinchar aquí. 

Sexta parte: La depresion Danakil. LLanuras de Sal y el Dallol. Pinchar aquí. 

Sexta parte: La depresion Danakil. El volcán Erta Ale. Pinchar aquí. 

Etiopía en blanco y negro. Pinchar aquí. 


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