El blog de josemi. Compartiendo buenos ratos: Norte de Etiopia: del cielo de las Simien al infierno del Danakil. Gondar.

Norte de Etiopía. Segunda parte: Gondar.

(7 de Noviembre de 2018)

Tengo que aclarar que, aunque el viaje acabó en un infierno parecido al Mordor del universo de Tolkien, esta segunda parte se refiere no a Gondor sino a Gondar, una de las capitales históricas de Etiopía y también, como Lalibela, Patrimonio de la Humanidad. Es una ciudad con más de 100.000 habitantes, situada a unos 2100 m de altura.

Fué capital durante el reinado del emperador Fasílides, que construyó castillos y murallas similares a los de Europa en el Siglo XVII, bajo la influencia portuguesa y, cómo no, de Pedro Páez, clave en la elección de la capital y el estilo arquitectónico. Fué capital durante 200 años, hasta que en el Siglo XIX el emperador Teodoros la incendió como represalia a sus habitantes, que no le perdonaban no tener sangre real.

Es notable además por la iglesia más célebre de Etiopía, famosa por su techo pintado de querubines, llamada Debre Berham Selassie y por los baños de Fasílides. Vamos, que vale la pena visitarla, sobre todo por esa extraña sensación que produce ver castillos como los nuestros en el corazón de África.

Llegamos desde Lalibela en un vuelo interior, en los ya familiares turbohélices Bombardier. Como que ya era mediodía Wende nos llevó a comer a un estupendo restaurante de comida tradicional etiope. Degustamos un magnífico ingera, plato tradicional que comen a todas horas. Es una delgada capa hecha con harina fermentada de tef, un minúsculo cereal que se cultiva en el norte del país. En medio se pone la comida y se come con las manos. Lo más frecuente es pollo con salsa (doro wat), puré de lentejas (misr wat) o de garbanzos, parecido al hummus (shiro wat).

Con nuestro guía y con el conductor. Josep sólo comió arroz

hervido al tener molestias gastrointestinales.

Nosotros si que comimos ingera, pero con el tef enrollado.

Se suele presentar ocupando todo el plato.

Detalle del "pan" de tef y del contenido. Tiene un gustó ácimo, como el pan bíblico.

Hay que acabar con un tradicional café etíope, tostado y molido a momento.

Es buenísimo. La hierba fresca simboliza la buena suerte.

Antes de pasar por el hotel optamos por visitar Gondar para aprovechar el día. Empezamos por la iglesia Debre Berham Selassie. Tengo que aclarar que aunque es una de las iglesias más veneradas de Etiopía es, como la inmensa mayoría, bastante pequeña. Es de las más bonitas sin duda.

Doble entrada a Debre Berham Selassie.

Flanqueamos una segunda puerta y muro.

Aspecto general de la iglesia.

Detalle del techo.

Las torres eran muy curiosas, rematadas por una cúpula redonda.

Un porche rodea toda la iglesia.

Me gustó mucho la techumbre, supongo que renovada.

Hay que encontrar la cola del león del emperador.

Sin darme cuenta la había fotografiado ya.

Toda la iglesia está decorada con frescos, bastante bien conservados.

Detalle del sencillo altar y de los tambores, usados en las ceremonias.

Detalle de los frescos.

Por supuesto Sant Jorge, Sant Jordi o Saint George matando al pérfido dragón.

Todo el techo está pintado con caras de querubines.

Wende dando las pertinentes explicaciones.

Fiel calzándose tras salir de Debre Berham Selassie.

A continuación visitamos el conjunto de edificaciones edificadas a partir del emperador Fasílides. Destacan el castillo de Fasílides y el archivo, pero hay muchas edificaciones, algunas derruidas, de todo tipo: cuadras, palacios, etc. Sorprende ver tan cantidad de edificios, muy similares a los europeos, en medio de África.

Entrada al recinto.

Supongo que era una antigua puerta.

Empezamos las imágenes con el castillo de Fasílides, quizás la construcción mas bonita y mejor conservada. En nuestra visita estaba en proceso de restauración de la fachada con los rústicos andamios hechos con troncos de eucalipto. Me parecieron bastante frágiles, pero los vimos hasta en la construcción de bloques de pisos de 8 ó 10 plantas.

Seguimos visitando otras edificaciones, casi todas ellas con aspecto de castillos por sus murallas. Otras estaban en estado más ruinoso y sólo se conservaban los cimientos.

La zona central es una gran explanada desde la que vemos el castillo de Fasílides y otras edificaciones como el archivo de Fasílides. Algunas de ellas fueron utilizadas por los italianos como cuartel general en su ocupación durante la Segunda Guerra Mundial.

Edificio utilizado por los italianos.

Archivo de Fasílides.

Edificios en peor estado.

Antiguas cuadras.

No vivían nada mal los caballos.

Acabamos el recorrido saliendo por el otro extremo del recinto. Seguimos visitando más edificios de los que no recuerdo bien su utilidad, aunque tenían un aspecto más palaciego. La furgoneta nos esperaba para la última visita del día.

Acabamos las visitas arqueológicas de Gondar con la visita a los baños de Fasílides, muy famosos por la fiesta de la Epifanía. En nuestra visita no se habían llenado de agua y lucían mucho menos. Lo que más nos gustó fueron las enormes higueras que crecían adosadas a los muros. Las imágenes se comentan por sí mismas.

Acabamos la jornada en un céntrico hotel. Cenamos bastante bien, aunque estaba lleno de militares (al parecer el presidente de Eritrea estaba de visita en la ciudad) bastante ruidosos. Degustamos otra de las cervezas locales.