domingo, 26 de abril de 2015

Marruecos con Spainbirds: Atlas y desiertos (27 Marzo-5 Abril 2015). 1º parte: Paisajes

Paisajes de Marruecos

Me resulta raro no inagurar un viaje con Santi Villa y Spainbirds. Pero en este caso no me importa en absoluto volver de nuevo a Marruecos, periplo que realizamos en el 2010, en este caso "inagurando" salida con SEO, porque el país, las aves, la fauna y flora se lo merecen sobradamente. 

Aprovecharé para, al final de cada entrada, añadir una especie de "bonus track" con una selección de fotos del viaje del 2010 para que puedan disfrutar también los compañeros de dicho viaje. Deciros que especies que fotografié muy bien en el 2010 no las he pillado tan bien en el 2015 y viceversa, por lo que la entrada del blog quedará mucho más "redonda".  Sin duda el trazado, transportes, guías locales y los hoteles han mejorado respecto al 2010. 

En esta ocasión Oriol tampoco puede acompañarme por exámenes y salgo desde Barcelona para encontrarme en Madrid con el resto de expedicionarios y con algún viejo conocido como Isidro. Ha llovido y nevado mucho y las perspectivas son excelentes. 

Esta primera entrada la dedico a los paisajes. Más adelante haré otra entrada con lo que yo llamo "micropaisajes" y posiblemente al final otra que titularé "Paisajes desde el autobús", que creo que os sorprenderá gratamente. 

Como es habitual el primer día (27 de Marzo) fué para llegar hasta Casablanca, para alojarnos en el Hotel Diwan. Salimos el día siguiente (28 de Marzo) dirección  Marrakesh, donde se unieron al grupo los dos integrantes ingleses de la "expedicion" (Jenny y Michael). Seguimos en dirección a nuestro destino (Quarzazate), tras superar por el puerto de Tizi-n-Tichka (2260 m) el mastodóntico y nevado Atlas. 


Subiendo hacia el puerto de Tizi-n-Tichka

Campos desde la terraza del chiringuito donde paramos, 
tanto a la ida como a la vuelta para comer.

Curioso paisaje de encinas con el Atlas nevado al fondo. 

Pueblo al fondo del valle. 

Aridas montañas y nieve, combinación cuanto menos exótica en Europa. 

Buscando la curruca de Tristram entre encinas y sabinas.

Pueblo innominado subiendo al puerto.

En el puerto, a más de 2000 metros de altura.

Con apenas luz bajamos el puerto para llegar, ya de noche, a Quarzazate, donde nos alojaremos en el Hotel Le Fint, bastante más bonito que el de la pernocta de hace 5 años. De hecho a la vuelta repetiremos. Además hay una estupenda vista de la casbah de Quarzazate. Al día siguiente (29 de Marzo) nos desplazamos al embalse de Al Manssour, origen del rio Draa, cuyas aguas se pierden en las arenas del sur. El embalse esta tan lleno que hasta ha inundado el campo de fútbol. 


Casbah de Quarzazate.

Detalle de la casbah.

Posiblemente la localidad de Taourirt, al sur del embalse de Al Manssour. 

Límite del embalse de Al Manssour, con el Atlas aún con mucha nieve. 

 Los pliegues y cantiles llaman poderosamente nuestra atención. 

Por la tarde del mismo día 29 de Marzo visitamos la muy ornitológica llanura de Tagdilt, al sur de Boumalde Dades donde nos volvemos a alojar al cabo de 5 años en el magnífico Xaluca Dades. Este año me parece que hay menos plásticos...

Montañas Jebel Sahro, excepcionalmente verdes este año. 

Detalle de un verdor inusual. 

Rebaño en el Tagdilt, con Boumalde Dades y el Atlas al fondo. 

El 30 de Marzo seguimos explorando por la mañana la llanura del Tagdilt, sobre todo en busca de corredores africanos, que vimos a lo lejos. Por la tarde visitamos las gargantas del Dades, no tan expectaculares como las del Todra, pero con muchas variedad paisajística y ornitológica. 

Boumalde Dades. En el extremo derecho se ve nuestro hotel
y al fondo cimas que alcanzan los 4000 metros. 

Viejas construcciones de adobe en el Jebel Sarho. 

Ciclistas, posiblemente ibéricos, el el Tagdilt. 

Jebel Sarho, pletórico de colores. 

Camino de las gargantas del Dades.

La carretera asciende entre pueblos hacia las gargantas. 

Expectacular paraje en Ikniouin. 

Roquedos de arenisca. 

Curiosas formas erosivas (¿eólicas?) con color cambiante según la luz. 

Caos lítico. Un lugar para perderse con una cámara. 

Gargantas del Dades. 

Increíble carretera que supera la garganta. 

Tras comer al inicio de esta serpenteante carretera, por la tarde volvemos a visitar las llanuras al este de Boumalde Dades, con una vistas excepcionales de la llanura del Tagdilt y las montañas que cierran al sur el valle del rio Dades. 

Ganas dan de perderse en esas colinas, por cierto plagadas de minerales. 

Panoramica del Jebel Ougnat (a la izquierda) y el Jebel Sarho (a la derecha). 

Jebel Ougnat, que alcanza los 1719 metros. 

Siguen las policromías...

Mujer recolectando una especie de trufas, posiblemente criadillas de ciervo. 

Estribaciones del Atlas. 

Pollino con la llanura del Tagdilt al fondo. 

Al día siguiente (31 de Marzo) abandonamos Boumalde Dades para llegar a Erfoud, ya en el desierto. Visitamos asimismo las concurridas gargantas del Todra. También pasamos por la conocida llanura del buitrón desertícola. En Erfoud nos espera un nuevo hotel Xaluca, de dimensiones mastodónticas por cierto. 

Amanecer desde el hotel Xaluca. 

Boumalde Dades. 

El Atlas desde Boumalde Dades. 

Zona denominada Ait Ourir. 

Ruinas de un viejo castillo. 

Tinerhir, de donde sale la carretera para las gargantas del Todra. 

Tinerhir. 

Casas abandonadas. Les sale más barato hacerlas nuevas...

Paredones calizos del Todra, donde vimos planear a la perdicera. 

Gargantas del Todra, mancilladas por una horrible carretera. 

Final de la garganta. 

Buscando al buitrón desertícola. 

Valle del Ziz, de una feracidad increíble en medio de un árido paisaje. 

Cuña de habitáculos en el palmeral. 

Un verdor extraordinario en el oasis. 

Con las últimas luces el relieve se realza en el valle del Ziz. 

En Erfoud se inicia nuestro recorrido más propiamente del desierto, que, como siempre me vuelve a hechizar. Recordad que el desierto de arena se llama erg y el de piedras hamada. Estamos a 1 de Abril, esta vez hay mucha más gente y las dunas están mas pisoteadas, perdiendo parte del encanto, pero éste se recuperará en las imágenes del 2010, para deleite de Juan. De nuevo veremos al buho desertícola, las alondras ibis y el estoico chotacabras egipcio, disfrutando asimismo de una magnífica comida al pie de las dunas de Erg Chebbi. Hicimos noche en el también magnífico hotel Xaluca Tomboctou. 

Un coloso de piedra nos vigila. 

Farallón rocoso en Kasr Tinghars donde mora nuestro búho. 

Clasica composición con la regla de los tercios.

Otro elemento compositivo: las diagonales, que imprimen movimiento a la imagen. 

Las dunas de Erg Chebbi. 

Detalle de las arenas del desierto. 

Hoteles integrados en el paisaje al pie de las dunas. 

Un auténtico mar de arena. 

No me canso de contemplarlas...

Dromedarios. Al fondo esa meseta ya es Argelia. 

Dajet Srij, lago latural que se forma en años lluviosos

Bucólico y curioso paisaje. 

Contraste entre los tipos de desierto, con la clásica regla de los tercios. 

Despidiéndonos del Dajet Srij con las últimas luces del día. 

Al día siguiente, 2 de Abril, Juan y yo mismo madrugamos para ver salir el sol en las dunas. Por las imágenes vereís que la experiencia valió la pena.  Luego pudimos ver en Rissani el anhelado por Joan abejaruco persa. Un largo traslado por la carrretera nos llevó hasta Quarzazate, pero por la carretera que pasa más al sur, al otro lado del Jebel Sarho y el Jebel Ougnat. El paisaje se parecía a la sabana africana. Alcanzamos el valle del Draa, que nos llevará de nuevo hasta el embalse de Al Manssour y Quarzazate tras superar el puerto de Tiz-n-Tiffinit. 

Irreal aspecto de las dunas al salir el astro rey. 

Juan contemplando la salida del sol. Sólo le falta un halcón, un te verde 
y una fogosa hurí para alcanzar algo parecido al éxtasis...

Disfrutad del cambio de color de las dunas en escasos minutos...



Texturas de las arenas, mas visibles con el sol bajo. 

Mucho, mucho para fotografíar...

Y la prueba es Juan, que no paró en esos escasos 15 minutos de mágica luz. 

Volviendo al hotel. 

No es la sabana...Camino de Quarzazate, entre Alnif y Nekob. 

Nekob, donde comimos magníficamente en una terraza. 

Valle del Draa, a la altura de Agdz. 

Expectaculares gargantas subiendo al puerto de Tiz-n-Tiffinit.

Sinfonía de ocres...

Más y más gargantas. 

Curioso, casi pavimentado, fondo del barranco. 

Cuantas montañas, valles y carenas nos quedarán por recorrer...

Sombras y luces en el Jebel Sarho. 

Superando la tentación de centrar...

De vuelta en Quarzazate, aprovechamos las últimas horas del día para pajarear (hoy poco hemos hecho, aunque el paisaje compensa sobradamente...) y en mi caso para fotografiar los alrededores del embalse de Al Manssour. 

Embalse de Al Manssour con el Atlas al fondo. 

Pescando y charlando al atardecer. 

Barcas de pesca regresando sobre el inundado campo de fútbol. 

Puesta de sol sobre Quarzazate. 

Niños jugando en los muros de adobe. 

Simétrica composición, al ser parecido
el interés fotográfico en las dos mitades. 

Tormenta sobre el Atlas. 

De nuevo, el 3 de Abril tenemos una larga jornada de traslado hasta Marrakesh. Visitamos primero la casbah de Ait-Benhaddou, donde se han rodado infinidad de películas: Gladiator,  Lawrence de Arabia, Indiana Jones, El Reino de los Cielos, Juego de Tronos... Tras superar de nuevo el puerto de Tiz-n-Tichka y pasar por Tauflik, donde contemplamos un auténtico festival de aguilas, recalamos finalmente en las afueras de Marrakesh, con el hotel repleto por una vuelta ciclista. 

Amanecer sobre Al Manssour, en Quarzazate.

Un tele siempre compensa el peso...

La imponente casbah de Ait-Benhaddou

Y a su derecha el omnipresente Atlas. 

Detalle de las afueras de la casbah de Ait-Benhaddou. 

Entre las calles de la casbah. 

Casi parecen arabescos...

Adobes al sol, con un color mucho más cálido. 

Callejeando en la decrépita casbah. 

Una de las entradas de la casbah. 

Posiblemente aquí estaba el anfiteatro de Gladiator. 

¿La casbah de Ait-Benhaddou o las ruinas de Belchite?
Es una lástima que se caiga a pedazos esta maravilla. 

Por ahí se pasaba en borricos antes de la construcción del puente. 

Se podía comprar casi de todo. 

Vista desde la terraza donde tomamos un refrigerio. 

Una paleta de increíbles colores pasado el puerto. 

Detalle del pueblo. 

Al fondo la feraz llanura de Marrakesh. 

La última jornada de pajareo (4 de Abril) la dedicamos al Alto Atlas, subiendo a la estación de esquí de Oukaimeden, donde aún se podía esquiar. Por la tarde y noche la clásica visita al centro de Marrakesh, en esta caso en taxis por la lejanía del hotel Kasbashs Zalagh. 

Mucha nieve todavía en Oukaimeden. 

Imágenes del río que sugieren movimiento.


Al lado de los esquiadores, estas misérrimas viviendas. 

Prado de narcisos con las cumbres nevadas al fondo. 

Cimas del Toubkal, a mas de 4000 metros de altura. 

Detalle de la muy alpina zona. 

Curiosas formas de las nubes. 

Al fondo los caminos por los que se transita todavía con animales. 

Panorámica de Oukaimeden. 

Curiosas rocas. La de la derecha parece un moai de la isla de Pascua. 

Vista desde las antenas de los valles que bajan hacia Marrakesh. 

La esbelta Koutobia. 

Fijaros que arriba hay una horca...

"Ambientazo" en la plaza. 

Vista desde la terraza. 


Bonus track: Paisajes de Marruecos 2010

Obviamente seré muy breve y os dejaré una selección de las mejores imágenes, con la localizacion aproximada en algunos casos. Vereís que dominan las imágenes del desierto, ya que pudimos gozar unas horas antes de comer para pasear por las dunas.  En otros casos no seré tan prolijo, por ser peor la calidad de las imágenes o haberse fotografíado en condiciones de luz menos favorables.  

 La casbah de Ait-Benhaddou sin el puente.
 El paso se realizaba a lomos de animales.

Imagen del sol desde llanura de Tagdilt. 
Se aprecian perfectamente las manchas solares. 

La misma puesta de sol con Quarzazate a la derecha. 

Las curiosísimas rocas en el rio Dades que no pudimos fotografiar. 

Multicolor construcción camino del desierto. 

Otra visión, con otra cámara y óptica, lo que explica
las diferencias cromáticas. La segunda es mas fidedigna
al tratarse de un sensor CMOS. 

Arenas que invaden el roquedo, el dia que vimos el buho
desertícola, creo que en los alrededores de Rissani, 
en una localización distinta a la del 2015. 

Mas de lo mismo...

Puerta de sol ese mismo día. A diferencia del 2015
fuimos a ver el buho a última hora del día, con una luz mágica. 

Detalle con el teleobjetivo a tope. 

La luna llena esa misma noche, creo que en Erfoud. 

Por el desierto pedregoso, con las acacias como único testigo. 

El desierto a primero hora del día. 

Soplaba algo de viento, que limpiaba de pisadas las dunas. 

Zona de transición entre el desierto de arena y el de rocas. 

Bucólica y típica estampa, no por ello menos bonita...

Y papá Santi no dejó retozar por las arenas...

Algunos incluso emularon a Lawrence de Arabia. 

Siguiendo a los camellos la belleza del desierto nos acompaña. 

Buscando encuadres...

Siguiendo huellas...

Y reposando dulcemente al amparo de una reconfortante sombra...
Esta es de la mas bellas imágenes que guardo del desierto. 

Y para despedirnos seguir disfrutando del maravilloso colorido 
de las dunas, cambiante con la distancia y la incidencia de la luz. 

Aunque sabemos que no es cierto, nos puede dar 
la impresión de ser los primeros en hollar estas arenas. 

Una última imagen, de las docenas en poco más de un par de horas...

Rebaño a contraluz en el Tagdilt. 

Oukimeden a la puesta de sol. En el 2010 dormimos aquí,
aunque no en hotel esperado, ya que estaba cerrado.
Los del refugio nos alojaron y nos sirvieron una excelente cena.
No se si la alopecia de Santi se inició  a partir de aquí...

La luna sobre una cumbres mucho menos nevadas al amanecer. 

Fijaros en que había mucha menos nieve...

Y la prueba está aquí.En el 2015 todo esto estaba nevado. 

Vista de un precioso sabinar de montaña. 

Plaza de Marrakesh algo más temprano y con más luz. 


Apéndice

Como os comenté os aconsejo que leaís un extraordinario libro de Wilfred Thesiger (Arenas de Arabia), que atravesó en dromedario el desierto profundo entre 1940 y 1945 (el mítico Hadramaut, la zona vacía...).  Compradlo directamente. Es la crónica de un mundo que ya no existe. Cuando volvió al cabo de 40 años sus guías iban en todoterreno y estaban obesos como odres. 

El autor en Arabia.