domingo, 28 de julio de 2019

Lanzarote y Fuerteventura a los 60 años (II)

Fuerteventura (I) 

(6-10 de Febrero de 2019)

Continuamos con esta crónica de la visita a las más desérticas de las Islas Afortunadas con la más salvaje, agreste y deshabitada Fuerteventura. Es, sin duda, muy distinta de Lanzarote. Personalmente, y sin desmerecer a Lanzarote, me encantó y espero volver no muy tarde. Para no hacer muy espesa esta entrega la haré en dos partes. Llegamos en ferry desde Lanzarote. 

Se trata, geológicamente hablando, de la más antigua de las Islas Canarias. Al parecer su nombre deriva de "Forte Ventura", en alusión a como conocían a las islas los romanos: Fortunatae Insulae ó  Islas Afortunadas.  Según Plinio el Viejo, llamaban a esta isla Planasia. Los guanches la llamaban Erbania, aunque otros autores refieren que su nombre era Maxorata (hijos del país), de donde derivaria el gentilicio majorero. 

Es la segunda isla en extensión (1659 Km cuadrados) y la cuarta en población de las Canarias (113.275 habitantes en 2018). Cuenta con 13 espacios naturales protegidos. Su capital es Puerto del Rosario, aunque la capital histórica es Betancuria, en alusión al conquistador de la isla, el normando Jean de Bethencourt. 



Barranco de Rio Cabras

Tras recalar el ferry en Corralejo y dejar a nuestra izquierda la Isla de los Lobos, atravesamos las dunas de Corralejo para dirigirnos al barranco de Rio Cabras para ver una rareza que lleva unos cuantos años allí. Se trata de un avetorillo plomizo. Vimos además la primera tarabilla canaria y otras especies interesantes en una pequeña presa. El agua, limpia, circulaba por el fondo del barranco. Coincidimos con un pajarero francés que había ido a lo mismo que nosotros. Recalamos para dormir en el centro de la isla, en la localidad de Valles de Ortega. De hecho dormimos las 4 noches, ya que al estar en el centro de la isla permitía desplazarse en el día a cualquier lugar. 


Barranco de Rio Cabras.

Detalle de sus laderas. Bien podríamos estar en Jordania, por ejemplo.  

Hay un pequeño embalse, con bastantes limícolas y ardeidas.

Lagarto atlántico (Gallotia atlántica). 

Avetorillo plomizo (Ixobrychus sturmii) cazando. 

Se paso todo el rato debajo nuestro. 

Monocromática puesta de sol. 



Puerto de los Molinos.

Se trata de una pequeña caleta en la costa oeste, con casas de pescadores y un pequeño restaurante en que se come estupendamente. Me zampé un magnifico pescado a la plancha en otra visita unos días después, exclusivamente para comer. En ella desemboca el arroyo que viene del embalse de los Molinos. La zona es muy interesante para aves, aunque estaba restringida por la temprana nidificación. 


Puerto de los Molinos.

Permitidme que me refocile con el oleaje de esta cala. El viento peinaba la parte superior de las olas, causando un espectacular efecto. Os dejo un apilado de panorámicas y algunas fotos, que creo que se comentan por sí solas. 

 





El río estaba limpísimo y creaba algunos laguitos cristalinos. 

Ortopédico pero colorido pato doméstico. 

Curruca tomillera (Sylvia conspicillata). 

 Ardilla moruna (Atlantoxerus gelutus). 


Embalse de los Molinos. 

Justo antes del Puerto de los Molinos una pista nos lleva al barranco donde se ha represado el riachuelo que acabamos de ver. Habían bastantes aves, pero con lo que disfruté especialmente fué con los gorriones morunos, abundantes y bastante confiados. Ahí van unas cuantas imágenes. 


Embalse de los Molinos. 

El barranco desemboca en el Puerto de los Molinos.

Áridas laderas, no exentas de belleza. 

Joven de gorrión moruno (Passer hispaniolensis). 

Macho de de gorrión moruno.  

Para mi el gorrión mas bonito de Iberia. 

Aquí en otra pose, para demostrar que es el más guapo. 


El Cotillo. 

Se trata de una localidad bastante turística, paraíso de los surferos. Coincidimos con una maniobras militares. Lo más bonito es el faro de Tostón, al que se llega por una estrecha carretera. De nuevo el viento y el agua se combinan para lograr unos efectos mágicos . Ya sé que soy un poco pesado, pero este tipo de imágenes lo tiene todo: fuerza, texturas, colorido...


Camino de El Cotillo, por una zona con hubaras a la que volveremos. 

 Faro de Tostón. 

 Un paraíso para el surf y el kitesurf. 

 Ahí va un apilado de panorámicas. 

Y ahora unas cuantas imágenes que dan idea de la fuerza del viento y el agua. Ya sé que soy un poco repetitivo, pero no me puedo resistir. 









Uno de los muchos ferrys que transitan entre las Islas Afortunadas. 


Yo veo un rostro humanoide.

Y esto es una persona sentada. ¿Tendrá efectos
psicodélicos el mojo verde?

Llanos de Tindaya. 

Tindaya es la montaña sagrada de los guanches. Da fe de ello los centenares de grabados en forma de pie. En los años 90, el escultor vasco Chillida ideó un cubo vaciado en su interior con aberturas hacia fuera, pero esta idea estuvo rodeado de una fuerte polémica y no se realizó. Los llanos alrededor de Tindaya son un lugar muy apropiado para ver a la hubara, como de hecho conseguimos, además de tener otros atractivos faunísticos y paisajísticos. 


La montaña sagrada deTindaya.

Llanos de Tindaya. 

Áridas pero bellas montañas. 

Ahi va otro ejemplo de ello. 

Las texturas deTindaya. ¿Cómo no va a ser sagrada?

Una confiadísima ardilla moruna (Atlantoxerus getulus). 

 Magnífico ejemplar de cuervo (Corvus corax). 

 Me parecieron más pequeños que los peninsulares. 

 Otro ejemplar desafiando al viento en los acantilados.

 Lástima que no se pueda bajar a estas playas, aunque hay alguna accesible. 

 Al fondo del todo a la derecha El Cotillo. 

Os dejo ahora con otra selección de olas. La fuerza que transmiten es abrumadora. Lástima que sea difícil aprovechar toda esa dinámica energía que atesoran, aunque creo que algo se ha intentado o conseguido en parte. 








Dedicamos un buen rato a pajarear por los alrededores de una balsa, adonde suelen acudir a beber las aves, junto a una zona agrícola bastante abandonada. Ahí va una selección de imágenes. 

Perdiz moruna (Alectoris bárbara). 

Alcaudón real (Lanius meridionalis). 

Ardilla moruna en unos márgenes de piedra seca. 

Detalle de este simpático roedor. 

Curruca tomillera. 

Tarros canelos (Tadorna ferruginea). 

Sorprende verlos en tan áridos lugares. 

Gris estriada (Lepotes pirithous). Gracias Edu y Chus.   

Y por fin pudimos ver una avutarda hubara (Chlamydotis undulata) de cerca y en su ambiente. La luz era bastante dura y se fué alejando de nosotros. No es de extrañar porque la pista estaba bastante transitada. Ahí van algunas imágenes. Aún la volveremos a ver y mejor en los días venideros. 





Enlaces a las otras entradas de Lanzarote y Fuerteventura. 

Lanzarote. Pinchar aquí. 


Fuerteventura (II). Pinchar aquí.