Duración: 6 horas (5º) y 1,5 horas (6º)
Dificultad: Media (5º) y fácil (6º)
(12-13 de Noviembre de 2018)
Acabo las entradas del trekking con las dos últimas etapas. La última es muy corta y por eso la pongo en la misma entrada. Se podrían realizar las dos etapas perfectamente en un día, aunque vale la pena esa última pernocta en Mullet, para despedirnos de este fantástico macizo con unos atardeceres y amaneceres majestuosos.
La 4º etapa no es fácil por los desniveles más abruptos y por el superior calor, ya que transcurre mayoritariamente alrededor de 2000 m, que en esta latitud sería un clima como mínimo templado. Afortunadamente nos tomamos un refrescante baño en el río a medio camino. La 5º etapa es un fácil descenso hasta Ady Arkay para retomar los vehículos.
Nos despedimos del campamento de Mekarebya para descender al fondo del valle. De nuevo Wende quiso que saliéramos en vanguardia, para llegar a unas pozas los primeros. Desde el campamento bajamos hasta el río, para seguir por la orilla izquierda en el sentido de la marcha un corto tramo hasta llegar a un vado, ya que el río ha ganado caudal y es difícil cruzarlo saltando las piedras. Toca descalzarse y refrescarse los pies.
Amanece sobre las Simien.
Mekarebya, al pie de las estribaciones de las Simien.
Vicente iniciando el descenso hacia el río. No he sabido encontrar su nombre.
Tras cruzar el río seguiremos hacia la derecha por el valle que se insinúa al fondo.
Llaneando hacia el vado.
Wende iniciando el fácil cruce del río.
La etapa prosigue por el lado derecho del río, en ocasiones por el cauce, hasta llegar a la embocadura del primer valle lateral que encontramos por nuestra derecha. Abandonamos por tanto el río principal, que sigue adelante para verter sus aguas al mítico Nilo Azul.
El camino sube y baja. Se adivina que el caudal en época de lluvias debe ser grande.
Texturas en las laderas.
Nos despedimos del río principal y giraremos a la derecha.
El camino empieza a ascender siguiendo el cauce del valle lateral. Hasta la siguiente parada en una pozas en que nos bañaremos, la subida es suave y progresiva. El calor empieza a apretar y agradeceremos el baño. En este tramo de la ruta el grupo de nuestro cocinero nos relató que vieron un leopardo. Este felino habita en toda Etiopía, pero es bastante escaso.
Suave ascenso por un terreno más árido.
Al fondo nos atraen unas espectaculares agujas.
Detalle de estas curiosas formaciones rocosas. Las veremos más cerca.
Desde arriba vemos la poza en que nos bañaremos.
Para llegar a ella tenemos que atravesar el río por encima.
Las aguas son cristalinas.
Tras rodear la poza por encima llegamos los primeros.
Pudimos disfrutar un buen rato y bañarnos en estas limpísimas aguas antes de que llegaran el resto de los grupos. Los alrededores son muy agradables. Al estar a bastante altura y circular el agua continuamente no debemos temer ninguna de las temidas enfermedades y parásitos propias de las aguas encharcadas: esquistosomiasis, paludismo, etc.
Vista de las pozas superiores.
La de debajo es más chula y se puede nadar.
Wende y Josep son los primeros en meterse.
Ahora Vicente y un servidor. Foto cortesía de Josep.
Buen sitio para una ducha.
Texturas vegetales.
Los simpáticos y útiles borricos. Cada vez entiendo menos que sean sinónimo
de estupidez, puesto que son unos animales de los más lógico y razonable:
si se les quiere reventar sencillamente se niegan a caminar.
Nuestro vigilante scout Asfoud. Fijaros en la alta tecnología
de las suelas de su calzado: no lo vi resbalar ni una vez.
Son suelas que no vibram nada...
Tras esta refrescante pausa toca lo más duro del día, que es la ascensión a un collado en la ladera izquierda del valle, en el sentido de la marcha, donde hay un villorrio en el que comeremos. Entre el desnivel, bastante acentuado, lo empinado del camino y el calor se me hizo bastante pesado. Para mí fué lo más "duro" del trekking, aunque no creo que fueran más de 500 m de desnivel. Lo que pasa es que estábamos muy bien acostumbrados a buenos caminos y desniveles muy razonables.
Empezamos a subir, todavía por el lecho del río.
Seguiremos por la ladera que vemos a la izquierda de la imagen.
Paramos a descansar a media subida a la sombra.
Nuestros muleros nos van adelantando.
Ya hemos superado la parte más dura. Un ascenso más suave
nos llevará a un grupo de chozas, poco antes del collado.
Mirando hacia atrás vemos perfectamente de donde venimos. Al fondo y a la
izquierda se insinúa el Bawhit (4430 m) y a su derecha el Inatey (4070 m)
y el Imet Gogo (3926 m). En el centro el valle por el que bajamos. A la
derecha estaría el campamento de Mekarebya, debajo de las agujas,
y debajo nuestro el valle lateral por el que hemos subido.
La vista de estas agujas atrae irresistiblemente nuestra mirada.
A la izquierda vemos este pequeño poblado y a la
derecha el collado del final del valle.
Como podeís ver no es una gran metropoli.
Detalle de las agujas. Las he llamado "Los Gemelos".
Vicente y Josep esperando la comida. Bastante sosa recuerdo.
Nada que ver con las estupendas cenas de nuestro joven cocinero.
Un corto tramo nos lleva hasta un collado desde el que descenderemos hacia el campamento de Mullet. A partir de aquí el paisaje se torna majestuoso, con unas vistas increíbles hacia la carena que acabamos de sobrepasar. Al atardecer aún será más bonito, como vereís en breve.
Alcanzando el collado que nos llevará al campamento de Mullet.
Es increíble que paredes tan verticales estén recubiertas de vegetación.
Hasta en el collado hay campos de tef, medio segados.
La vista se dilata hasta las lejanas montañas.
Creo que hay tantos borricos como etíopes.
Llegando al campamento de Mullet.
Las vistas desde Mullet son extraordinarias.
Grandes monolitos rocosos sobre un campo de oleaginosas.
Éste llamaba la atención por su fálico aspecto. En Catalunya se llamaría "carall
trempat": carajo o falo empinado. Comentar que estas enhiestas agujas se
han traducido a una denominación menos erótica, pero absurda: Cavall
Bernat, que sería algo así como el caballo de Bernardo,
aunque dicha especie no esta mal dotada, por cierto.
Llegamos a Mullet. Hacía bastante calor y estuvimos descansando
un buen rato a la sombra con el café o té con palomitas.
Hasta la hora de la cena haraganemos un buen rato. El campamento está dentro del cercado de la aldea de Mullet y estaba lleno de niños curiosos, como siempre. Al estar todos los grupos juntos pudimos ver que había un buen grupo de franceses, bastante simpáticos por cierto, un grupo de alemanes (supongo) y un señor bastante mayor que iba solo. Antes de la cena pudimos disfrutar de una buena luz y de un fantástico atardecer. Las imágenes no precisan comentarios. La que está en blanco y negro es cortesía de Vicente.
Finalizo el relato del trekking de las Simien con la cortísima 6º etapa, desde Mullet a Ady Arkay, adonde llega la carretera y suelen finalizar las distintas variantes, más o menos largas. Pero antes nos pudimos despedir de las Simien con su silueta al amanecer. Es fantástico el detalle de las nuevas cámaras incluso a altas sensibilidades.
Amanecer en las montañas Simien.
Detalle de Venus, el lucero del alba. En inglés (morning star), francés
(étoile du matin) y alemán (morgenstern) la traducción es la misma.
Aún os quedan muchas Simien por recorrer, nos dice la imagen.
Bastan 1,5 horas bajando a paso tranquilo, mirando más hacia atrás que hacia adelante, para despedirnos de estas mágicas montañas. Luego un café y la despedida de nuestro scout, nuestro cocinero y el resto de gente. Al ayudante de cocina y los muleros apenas los llegamos a conocer. Como es habitual en estos países toca una generosa propina, puesto que posiblemente ganan más con ellas que con lo que se les paga por sus servicios.
Vicente iniciando el descenso por donde ayer transitaban las cabras.
Aún no luce el sol el las partes bajas de la región.
Por la carena al alba. Al fondo y a la derecha Ady Arkay.
El sol empieza a acariciar los campos de tef.
Entramos en Ady Arkay.
Foto final del trekking. De izquierda a derecha Vicente, uno de nuestros muleros,
Endalk, nuestro joven y eficiente cocinero, Josep, otro de los muleros, Wende,
nuestro guía local de Naturtrek, un servidor luciendo con orgullo (y sudor) la
camiseta del Centro Excursionista de Parets y nuestro atento scout Asfoud.
Despedida desde Ady Arkay de las Simien. La silueta del fondo
es el Ras Dashen, punto culminante de Etiopia con 4543 m.
Fauna de las Simien (5º-6º etapa)
En esta ocasión no hubo muchas ocasiones para el pajareo. Sólo pude sacar el teleobjetivo en Mullet y el resto de imágenes son en marcha con 100 mm de focal. Por todo ello sólo os pongo las fotos con un mínimo de calidad. Para ver fotos guapas esperad a la siguiente entrada que son lo mejor del viaje.
Yellow-crowned Canary (Serinus flavivertex).
La misma especie en otra pose.
Red-cheeked Cordon-bleu (Uraeginthus bengalus).
Parece un Mocking Cliff Chat (Thammnolaea cinnamomeiventris).
En Axum lo ví mucho mejor y está mejor fotografiado.
Rüppell's Black Chat (Mirmecocichla melaena).
Tórtola senegalesa o Laughing Dove (Streptopelia senegalensis).
Enlaces a las otras entradas de Etiopía.
Primera parte: Las iglesias excavadas en la roca de Lalibela. Pinchar aquí.
Segunda parte: Gondar. Pinchar aquí.
Tercera parte: Trekking Simien primera etapa. Pinchar aquí.
Tercera parte: Trekking Simien segunda etapa. Pinchar aquí.
Tercera parte: Trekking Simien tercera etapa. Pinchar aquí.
Tercera parte: Trekking Simien cuarta etapa: Pinchar aquí.
Cuarta parte: Axum. Pinchar aquí.
Cuarta parte: Axum, flora y fauna. Pinchar aquí.
Quinta parte: Tigray. Pinchar aquí.
Sexta parte: La depresion Danakil. LLanuras de Sal y el Dallol. Pinchar aquí.
Sexta parte: La depresion Danakil. El volcán Erta Ale. Pinchar aquí.
Etiopía en blanco y negro. Pinchar aquí.
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