jueves, 24 de abril de 2025

Top CEP (VI)

100 excursiones imprescindibles en Catalunya: Circular Pantano de Margalef, Toll de l'Ou y Clot del Cirer. 

(5-6 de Abril de 2025)

Parking Pantano Margalef-Mas del Soleràs-Barranc del Vidalbar-Pont Natural-Toll de l'Ou-Camí de Capçada-Piló dels Senyalets-Clot del Cirer-La Cogulla- Parking del Pantano de Margalef. 

Datos técnicos: 
Primera jornada: 20 Km, 8 horas, 1177 m de desnivel positivo.  
Segunda jornada: 6,5 Km, 2,5 horas, 143 m de desnivel positivo.  

En el corazón del Montsant, montaña equiparable a Montserrat en Tarragona, una serie de tesoros nos aguardan. En este caso caminar por las plácidas orillas del pantano de Margalef, subir hasta un colosal puente de roca, visitar el bellísimo Toll de l'Ou y vivaquear en el increíble prado del Clot del Cirer, una esmeralda de verdor en medio de unas montañas áridas y agrestes, para regresar de nuevo al pie del pantano por una cresta con vistas extraordinarias. 

Si obviamos la pernocta, opción nada aconsejable ya que perderíamos una noche bajo un cielo estrellado en el vivac en el Clor del Cirer (no Clot del Cirerer, de hecho lo que hay es un nogal...), la excursión puede hacerse perfectamente en un día, aunque hará falta una buena forma física. Ni que decir tiene que aconsejo pasar una noche en el Hotel, como decía mi hermano Gabriel, del Clot del Cirer: no hay que reservar, tiene buenos servicios (fuente, prado y una bauma si llueve) y si encuentras a alguien será algún soñador o soñadora amante de estos recónditos lugares.

Trazado de la ruta, factible en un día si se madruga y hay una forma física aceptable. 

La etapa se inicia en el parking al pie de la presa. Tenemos que retroceder por la carretera y bajar por la pista que baja al fondo del río Montsant, de donde sale un buen camino que bordea todo el lado Este del pantano de Margalef, rebosante gracias a las lluvias de esta primavera. Cuando se acaba el pantano el camino sigue por el mismo lado del río Montsant, hasta una bifurcación, en la que abandonamos el valle principal. 

Vista de la presa desde el parking. 

Pantano de Margalef desde la presa, donde se incicia el camino. 

Es un rincón de lo más bonito. 

Cruzamos un puente colgante sobre el Barranc de la Taverna. 

Le toca ya mantenimiento...

Reflejos de las características rocas del Montsant sobre las aguas del pantano. 

Desgraciadamente, se trata de una avispa asiática (Vespa velutina), asesina de 
nuetras laboriosas abejas. Un grave problema para estas grandes polinizadoras. 

Seguimos bordeando el pantano por su lado Este. 

El sendero es delicioso y muy suave. 

Y con un paisaje encantador. Se trata de la Pena Roja. 

Hacia el Noroeste siguen las aguas del pantano. 

Avanzamos a buen ritmo hacia la cola del pantano. 

Vemos una primera masía en ruinas, el Mas del Caime. 

El camino sube y baja, permitiendo contemplar aún mejor el embalse. 

Seguramente estas laderas estaban antes cubiertas de bosques. 

Cruzamos de nuevo un puente. 

Mi hermano Gabriel y Jose Luis, tranviario por cierto, en la cola del pantano. 

El roquedo es de una particular belleza. 

Dejamos ya el pantano y seguimos el valle del rio Montsant. 

Llegamos junto a una masia al pie de una bauma. 

Se trata del Mas del Solerás. Está rehabilitada y en buen estado. 

Mirando atrás L'Escanbell. 

El rio Montsant se remansa, con pozas deliciosas. 

Al fondo la ciclópea Punta del Pins Carrasers (1055 m). Si no es un 100 Cims se lo merece. 

Riscos sin nombre hacia el Norte. 

Llegamos a un cruce clave de caminos. Hacia la izquieda a Ulldemolins y Sant Bartomeu de Fra
 Guerau, siguiendo el Riu Montsant, recto hacia els Ventadors por el Barranc dels Pèlags 
la derecha hacia el Pont Natural y la Serra Major, que es nuestra ruta. 

Hay que cruzar el Barranc dels Pèlags unos metros más adelante. Nosotros nos liamos cruzando a l altura del poste de la anterior fotografía y tuvimos que volver a cruzar el rio para volver al cruce de caminos. Un desdibujado sendero asciende por el Barranc del Vidalbar hasta llegar al Pont Natural, siempre por la izquierda del barranco, que llevaba agua en esta lluviosa primavera. El camino es perdedor, abrupto y muy derecho, pero muy bonito. Compensa llegar a esta impresionante Roca Foradada llamada Pont Natural. Aquí paramos y almorzamos.  

En el lado equivocado: hay un pequeño barranco de por medio. 

Dos senderistas bajan por el camino correcto. Toca retroceder. 

Unas tremendas fuerzas geológicas han doblado los estratos debajo del Pins Carrasers. 

Recuperamos el camino correcto, hacia el Barranc del Vidalbar. 

Mirando atrás, subimos por el fondo del Barranc del Vidalbar. 

Pasamos al lado de una bonita cascada. 

Me entretengo con sus hilos. 

Desde el Pont Natural, auténtica roca foradada, vemos los Pins Carrasers.

Mi hermano Gabriel en tan emblemático lugar.

Ahora le toca posar a un servidor. 

Y finalmente al tercer miembro del equipo, tranviario también. 

La formación es realmente colosal. 

Detalle del "forat". 

Los estratos estan plegados e inclinados en un ángulo bastante pronunciado. 

Mirando hacia el cauce del Riu Montsant.

El siguiente tamos de la ruta es largo, pero mucho mas amigable. En suave ascenso por una faja o feixa nos llevará hasta justo encima del espectacular Toll de l'Ou, aguas arriba del Barranc dels Pèlags, enlazando con el GR 171, que luego seguiremos hacia el carenero Camí de Capçada. Vale la pena bajar en apenas 5 minutos para contemplar esta escondida joya en medio del corazón del Montsant, especialmente cuando, como en esta primavera, el agua es abundante. No confundir con el Toll de l'Olla, en Els Ports. 

Seguimos por un camino al pie de la cinglera, por su sombreada ladera Norte. 

Hay algunos abrigos al lado del Pont Natural. 

El camino es estrecho, pero muy agradable. 

 Debajo nuestro el Barranc dels Pèlags.

 Pasamos debajo de una curiosa hendidura de la roca. 

 El camino es en general llano, con algún tramo de subida o bajada. 

Els Pins Carrasers adquieren otra perspectiva. 

 Vemos muy abajo el Barranc dels Pèlags. 

 Enfrente La Mola (985 m), con una curioso hongo labrado en la pared. 

 Sin duda es un cep, Boletus edulis...

 El camino es espectacular. 

 Llegamos al cruce con el GR, en una plataforma. Debajo esta el Toll de l'Ou. 

 Bajamos a visitarlo. Primero vemos estos dos pequeños saltos. 

 Debajo está el Toll de l'Ou de verdad. 

 Vista global de tan maravilloso lugar. 

 Dan ganas de bañarse en sus cristalinas aguas. 

 Detalle de la cascada. 

Ahora toca otra subida, en general suave, siguiendo el GR 171 hasta llegar a la carena del Cami de Capçada. En la carena giraremos en dirección Oeste hasta llegar al Piló dels Senyalets, vértice geodésico. A la altura del Pi Cugat un poste nos indica la bajada hasta el Clot del Cirer, nuestro exclusivo hotel, adonde llegamos con los últimos rayos de sol. Nos dio tiempo de recoger un poco de leña y preparar el bivac, con un magnífico cielo estrellado. Coincidimos con una chica que estaba controlando la floracion de un grupo de peonias y subía cada semana. 

Subiendo en dirección a la Cova de l'Ós, que dejamos a nuestra derecha. 

Seguimos ascendiendo. Al fondo y a la derecha posiblemente sea la Roca Corbatera. 

Superamos un grau por esta hendidura. 

Nos despedimos de nuestro particulat bolet. 

Gabriel alcanzando el Camí de Capçada. 

Que seguimos en durección Oeste hacia el Piló dels Senyalets. 

En el Piló dels Senyalets.  Cualquier dia lo hacen un 100 Cims...

Contemplando el Pi Cugat. Desde aquí bajamos al Clot del Cirer. 

Bajando con los últimos rayos de sol al Clot del Cirer.

Bajamos destrepando fácilmente al Clot del Cirer.

Clot del Cirer. El árbol, por cierto, es un nogal. 

Tiene una fuente, abrevadero para el ganado y una charca para anfibios No vi ninguno. 

Vista del Clot del Cirer. El prado es increíble. 

Estaba lleno de prímulas. 

Nuestra habitación del hotel, muy espaciosa y con un techo plagado de estrellas. 

Hicimos un fuego en un abrigo en el que se puede dormir, pero era pequeño para tres
y nosotros queríamos una suite con mejores vistas cenitales. 

Vamos a la cama, que hay que descansar, para que mañana podamos madrugar. 
Sólo los que tienen una cierta y avanzada edad entenderán esta frase.  

A dormir en el Clot del Cirer. El gorro de Meng me fué muy bien. Gracias guapísima. 

Al día siguiente, tras desayunar, sólo nos queda ascender de nuevo hasta la carena, que seguiremos hasta un Cent Cims, La Cogulla (1063 m). Desde aquí sale un precioso sendero, muy divertido, que pasa por la carena entre el Barranc de la Taverna y el de Coma Closa, para dejarnos justo antes de la presa del pantano de Margalef,  en una zona de escalada muy concurrida, donde recuperamos el coche y almorzamos merecidamente antes de volver para comer en casa. 

Abandonamos el Clot del Cirer tal y como lo encontramos, impoluto.

Gabriel alcanzando la carena, con unos magníficos y eternos postes de hierro
que marcan los incontables senderos del Montsant. 

Un servidor camino de la La Cogulla con las luces de la mañana. 

Ya vemos al fondo La Cogulla (1063 m). 

En el poste al pie de La Cogulla. Por la derecha la ruta de bajada que seguiremos. 

Gabriel y Jose Luis en otro Cent Cims. 

Los Baena en La Cogulla. 


Mi hermano coleccionando Cent Cims...ya debe llevar como 200...

Siempre me han gustado los vértices geodésicos. Garantía de buena vista. 

Barranc de Coma Closa. Es el que quería seguir Gabriel. 

Y a su derecha el Barranc de la Taverna. Bajaremos por la 
loma de la izquierda, superando dos graus, fáciles.  

Barranc dels Pouets, que baja hacia el Sur. 

Al fondo del Barranc de la Taverna vemos el pantano de Margalef. 

El camino va por la carena, excepto al final del todo, en que baja al Barranc de Coma Closa. 

El largo y profundo Barranc de la Taverna. A la derecha el Molló Alt (1022 m). 

Nos acercamos al primer grau, el de la Rovellosa. 

Superando el Grau de La Rovellosa, subiendo por una cuerda, aunque el camino es de bajada. 

Toca ahora bajar por el Grau de Figueres.  Al fondo la Serra del Tossal Clos. 

Al fondo la carretera de Margalef a la presa y el parking. Al fondo el Cingle de Les Solanes. 

Estaba lleno de pequeños narcisos, típicos de de la sierras calcáreas. 
Parece un almesquí, Narcissus assoanus, por distribución y suelo. 

Cerramos el círculo cruzando de nuevo el Riu Montsant.