100 excursiones imprescindibles en Catalunya: Les Montserratines.
(21 de Noviembre de 2024)
Datos técnicos: 14 Km, 6 horas, 788 m de desnivel.
Desde que contemplé desde la Mola de Sant Honorat este curioso macizo de conglomerado, una atracción irresistible me obligaba a recorrerlo. Unos meses más tarde desde el mirador de Serra Seca y la Collada del Sàlzer, vagabundeando por las tierras de l'Alt Urgell, todavía me hechizaron más sus relieves. Tenía que caminar entre sus agujas encantadas, pasar entre sus collados y volver por la placidez del fondo de su valle, lleno de bosques y verdes prados.
Les Montserratines desde el Coll del Portell, Oliana.
Vista desde la Collada del Sàlzer.
Contraluces de Octubre camino de Santa Magdalena de El Sàlzer.
Ahora la vista es desde el mirador de Serra Seca, Cambrils.
Les Montserratines son un macizo de conglomerados montserratinos, valga la redundancia, que culminan la Serra dels Obacs. En realidad forman parte de un grupo más extenso de esta curiosa roca formada por cantos rodados aglutinados por una especie de cemento calizo. Por la zona podemos mencionar la Roca del Corb, Sant Honorat, Cavallera, Canalda...Pero los más montserratinos, por la profusión de esbeltas agujas, son las propiamente llamadas Montserratines. Pertenecen al vasto municipio de Oden, en concreto a dos de sus núcleos que son Cambrils y La Valldan.
También se conocen como Les Roques de Medes y se formaron durante el período Oligoceno, con posterioridad al levantamiento alpino. Destacan dos grupos de agujas: el Torms y Les Encantades, con una curiosa formación llamada Les Amoroses. El modelado actual, con sus caprichosas agujas, es producto de la gelifracción, es decir, la acción del agua y el hielo sobre una gruesa capa de conglomerados, sobre todo procedentes del cercano Port del Compte. De esta manera la Madre Naturaleza, con una paciencia de millones de años, nos ha creado este aúténtico museo al aire libre de esculturas naturales.
Podemos llegar desde Oliana o desde el Solsonès por la carretera que recorre la Ribera Salada hasta Cambrils, población notoria por sus salinas. La ruta propuesta es circular y está señalizada, aunque a veces puede ser perdedora, al ser caminos poco transitados. Podemos salir del Mirador de Pedra Seca o de la Collada del Sàlzer. Nosotros optamos por la segunda opción, para subir por el GR1 hasta el mirador de Pedra Seca, recorrer Les Montserratines y volver por el fondo del valle de la Móra Comdal y El Sàlzer. Os dejo el mapa de la ruta, que podeís encontrar en Wikiloc sin problemas.
Salida desde la Collada del Sàlzer. Al fondo la Serra Seca.
Debe de ser un Clavariadelphus, seguramente truncatus. Tienen forma de porra.
Paredones que cautivaron a Vicente, excavados por el Segre.
Llegando a la carena de la Serra Seca, aromatizados por el tomillo (Timus officinalis).
En catalán farigola o timó, que mantiene más la raiz latina que el castellano.
Monumento al Tour de France, al pie del mirador de Serra Seca.
Vale la pena subir al mirador de Serra Seca o incluso seguir por la carena para luego retomar el GR1. Por debajo nuestro Les Montserratines y hacia el Este las montañas del Solsonés. Nosotros ya habíamos subido el dia anterior, por lo que seguimos por el GR1 para dejar la carretera y subir hacia el Roc del Cap de Grau, con unas vistas aún mejores de Les Montserratines. Pero quizás las imágenes más bellas eran hacia Oliana, aún cubierta por las nieblas matutinas
Valle de la Móra Comdal y Les Montserratines desde la carretera
a Cambrils. A la derecha el Coscollet (1292 m).
Los campos de El Sàlzer estaban exhuberantes.
Subiendo al Roc del Migdia las vista son aún más bonitas.
Hacia Oliana entre brumas la brecha del Coll de Portell en la Serra de Les Canals,
y a su derecha la silueta inconfundible de la Mola de Sant Honorat (1061 m).
En el centro, entre la niebla, Les Encantades.
El Coscollet y a la derecha Les Encantades.
La niebla crea paisajes oníricos.
La aguzada Serra de Les Canals, el Coll de Portell y al fondo la Serra de L'Arcosa.
Detalle del Coll de Portell.
Carretera a Cambrils. Al fondo el Tossal de Cambrils (1802 m) y debajo las salinas de Cambrils.
El GR1 sigue careneando hacia en Roc del Cap de Grau y el Pla de les Guàrdies, donde hay un repetidor. Poco antes de llegar dejamos el GR1 y giramos a la izquierda. Por un camino balizado con postes nos dirigimos a una loma, desnuda de vegetación, que está por encima de les Roques Blanques. El camino desciende suavemente por una loma pedregosa hasta un letrero que nos instruye sobre la formación de estas curiosas rocas.
Pasamos por una sima o avenc, sin señalizar.
El camino deja entrever entre el bosque este montserratino relieve.
Estos paisajes me recuerdan la maravillosa saga Las Nieblas de Avallon,
de la gran Marion Zimmer Bradley. Una lectura imprescindible.
Flanqueamos por encima de las Roques Blanques.
Pasamos por una zona de calizas, que dan nombre a esta
parte de les Roques de Medes o Montserratines.
Una pequeña maravilla a cada vuelta del camino.
Enfrente nuestro Les Encantades.
Un acertado panel nos explica la formación de estas caprichosas rocas.
Desde aquí el camino desciende bruscamente a la izquierda del panel para tomar la serie de cornisas que recorren de Este a Oeste la parte media de les Montserratines. Hay que fijarse bien para no extraviarse, ya que son caminos poco marcados. No obstante sólo hay un camino, por lo que tarde o temprano lo encontraremos. Llegamos hasta una profunda brecha, con un montaje para rapelar. El camino irá llaneando hasta el final dirección Oeste y enseguida encontraremos la única fuente del camino.
El camino baja por un terreno impreciso.
Parte alta del valle, donde está El Sàlzer. El collado del mismo nombre,
del que venimos, se ve a la izquierda. Veíamos la furgoneta a lo lejos.
Pasaremos por debajo de las propiamente llamadas Roques de Medes.
El pino parecía un bonsai.
Vicente en la brecha del Torrent del Mal.
Tiene una gran roca encastada.
Se puede rapelar. Es un buen barranco, sin duda.
Entre boj, acebos y algún tejo, la única fuente del camino.
Campos de cultivo en el Coscollar del Sàlzer.
Una gran bauma, no sabemos si seguida de una cueva, por debajo nuestro.
Esta fálica aguja bien podría llamarse Carall Trempat, aunque los
curas lo rebautizarian co el menos impúdico Cavall Bernat,
como en Montserrat y Sant Llorenç de Munt.
Vista del torrente con la roca encastada por el que pasamos.
Se entiende el nombre de Roques Blanques de esta zona.
Otro pino-bonsai precioso, al borde del abismo.
Dejamos atrás esta zona, llamada Els Torms. Venimos de la derecha de la imagen.
El camino sigue llaneando. Al fondo Les Encantades.
Enseguida vemos la silueta inconfundible de Les Amoroses.
Dos rocas que se besan, como unos amantes petrificados. Me extraña
que el folclore popular no haya tejido una historia de estas rocas.
Debajo hay una roca foradada, de las que me gustan.
Lástima que estas agujas no tengan nombre.
Mirando atrás, ya henos recorrido un buen tramo del camino.
A partir de esta zona el camino ya es más llano, cruzando unos bosques magníficos. Pasamos por otro punto de agua, con unas balsas, pero secas. Avanzamos rápidamente para pasar por debajo de Les Encantades, hasta sobrepasarlas y llegar al siguiente grupo de agujas. Nos desviamos un poco del camino para poder ver en su esplendor este magnífico grupo de agujas perfectamente alineadas que decienden hacia el fondo del valle.
Última imagen de este beso eterno.
Al fondo la Collada del Sàlzer, de donde venimos.
Relieves absolutamente montserratinos.
Podemos ver al fondo la Serra Seca y el mirador, esa tachuela
que es vértice geodésico, aunque no de primer orden.
A los pies de Les Encantades.
Hacia el Oeste los dos picos que subiríamos al día siguiente: Lo Coscollet (1610 m)
y a la derecha el Tossal del Faig (1566 m), ambos con vistas extraordinarias.
El terreno se va suavizando. Por ahí bajaremos al fondo del valle.
Foto característica de Les Encantades.
Desde aquí ya no se ven tan bien Les Amoroses, aunque se insinuan.
Nos esperan estos prados y remontar esta pista hacia la Collada del Sàlzer.
Se acaba este trayecto llano en el corazón de Les Montserratines. Tras avanzar hasta la siguiente canal, iniciaremos un brusco descenso de más de 300 metros que nos llevará al fondo del valle entre un espeso bosque de pinos. LLegamos a una pista poco marcada que conduce a la pista principal que va por el fondo del valle. Hacia la derecha nos llevaría a la ermita de Santa Eugenia en la Móra Comdal, donde habían algunas casas hoy abandonadas. Seguimos hacia la izquierda hasta la Collada del Sàlzer.
Bajaremos por la canal que se ve a la derecha.
Nos sorprende esta roca foradada. Otra más para la colección.
Últimas agujas de Les Montserratines.
Ya en el fondo del valle empezamos a remontarlo por unos campos muy verdes.
Cuando el sol ilumina los conglomerados las imágenes son aún mejores.
De allí al fondo venimos, de la Serra Seca.
Me paro casi a cada instante.
Estos campos me han enemorado. A quien no...
La pista asciende cómodamente y avanzamos a buen ritmo hasta la cabecera del valle.
Ermita de Santa Magdalena.
Puesta de sol con el Montsec de Rúbies de testigo.
Y a la derecha ahora lo testifica Lo Coscollet (1610 m)
La misma imagen 40 minutos después.
Bonus. Roc del Migdia (1153 m).
(20 de Noviembre de 2024)
Datos técnicos: No son necesarios dada la brevedad de la ascensión.
Desde la Collada del Sàlzer en apenas 10 o 15 minutos, sin apenas mérito ni desnivel, nos podemos plantar en un santiamán en el Roc del Migdia, un Cent Cims fácil de hacer por este lado y con unas vista extraordinarias. Es un pico curioso, ya que ocupa el vértice de la herradura formada por la Serra de Les Canals y la Serra de Sant Just. Es en realidad un enorme cabalgamiento, me dice Vicente que es el mayor de Cataluña. Sólo hay que seguir una pista que asciende en direccion Suroeste del Coll de Sàlzer al Roc del Migdia, para tomar luego un sendero que lleva a la cima.
Vicente subiendo por la pista.
Vista antes de llegar a la cima. A la izquierda la Serra de Sant Just, a la derecha el Coll del
Vent, con la carretera de Oliana a Cambrils, La Valldan y al fondo el pantano de Rialb.
Puesta de sol desde el Roc del Migdia. Se entiende que sea un Cent Cims. De izquierda a
derecha Oliana, al fonfo el Montsec de Rúbies, delante la aserrada Serra de Les Canals
y al fondo la Serra de l'Aubenç, con Lo Coscollet y el Tossal del Faig.
Detalle de esta espectacular sierra. Se puede recorrer por arriba.
Puesta de sol sobre el pantano de Rialb.
El sol empieza a teñir de rojo la Serra de Sant Just.
Tiene un buen paredón.