Sexta parte. Aves: Pelicanos, cormoranes y garzas
Empezamos con el objetivo principal del viaje y por orden del listado que nos facilitó Santi Villa como ya es tradicional en sus viajes. Como ya habeís comprobado este blog es básicamente fotográfico (es de lo poco que sé), puesto que mis conocimientos ornitológicos son limitados y son producto más de la ósmosis que del estudio. No obstante, de la mayor parte de las mas de 200 especies vistas tengo imágenes, testimoniales las que más, algunas aceptables y un puñado de las que estoy contento.
En este bloque vereís que hay bastantes fotografías de Oriol, mi vástago, y es una lástima que no pusiera más empeño porque habríamos conseguido un reportaje más amplio y variado. Así figura en el pie de las fotos.
Empezamos por el pelícano rosado (Pelecanus rufescens), el cormorán africano (Phalacrocorax africanus) y la anhinga africana (Anhinga melanogaster). El primero ya lo había visto muy bien en Rumanía y los siguientes eran especies nuevas para mí. Me hacía especial ilusión ver un anhinga, que creo que es llamada ave serpiente por la forma y movimientos del cuello. Es muy curioso verlos bucear sacando del agua sólamente la afilada cabeza. En todo caso me parece una ave muy bonita y con un plumaje precioso.
Siguiendo con las garzas y garcetas fueron nuevas especies para mí la garceta intermedia (Egretta intermedia), la garceta dimorfa (Egretta gularis), la garcita verdosa (Butorides striatus), la garceta azabache (Egretta ardesíaca) y la garza goliath (Ardea goliath). Las tres primeras son las fotografiadas y las dos últimas las vimos pasar por encima nuestro en el río Gambia (azabache) y fué vista fugazmente en unos arrozales (goliath).
Para acabar este primer bloque una imagen de la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) en sus cuarteles de invierno (ya vendrán a centenares al Delta del Ebro si no se lo cargan con el nuevo "Plan Hidroloógico Nazional"), el misterioso martinete encapuchado (Nycticorax leuconotus) y la fantástica ave martillo (Scopus umbretta).
Destacar lo difícil que fué fotografiar al martinete entre la maraña de ramas del manglar. Aquí el focus peaking me fué de maravilla y clavé el foco de casi todas la imágenes. El tamaño de los ojos del ave es impresionante. Respecto al ave martillo finalmente pudimos verla bien en los manglares e incluso contemplamos su gigantesco nido. A ver si alguno de los doctos participantes me aclara algo sobre la funcionalidad de su curioso pico.
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