viernes, 12 de agosto de 2022

La Toscana (III)

La Toscana: la Svizzera Pesciatina.  

Semana Santa 2022

Pequeña excursión a una zona de media montaña de la Toscana, llamada la Svizzera Pesciatina, que se podría traducir como la Suiza de Pescia. Se trata de una zona de modesta altitud, llena de bosques caducifolios, famosos en otoño por la recolección de los boletus o ceps, aquí llamados funghi porcini. Si les gustan a cerdos y jabalís por algo debe de ser. 

Nos llamó la atención que habían muchas fábricas de papel, muy afamado por su calidad en Italia. Nuestros anfitriones, Oriol y Chiara, también nos explicaros que es famosa por sus judias blancas, fagiolo di Sorana, que tienen en este valle una Denominación de Origen  muy apreciada en esta zona de Italia, con una limitada producción de 60 quintales al año. 

Mapa simplificado de la Svizzera Pesciatina. 

Tras subir por el valle principal, llegamos a un puerto de montaña donde se acaba la carretera asfaltada, llamado Croce a Veglia, a una altitud de 906 m. Las vistas eran espléndidas y aprovechamos para comer en una ladera, antes de dar un pequeño paseo y ascender un poco más hacia otro collado, con vistas aún mejores. 

Desde Pescia vemos la localidad de Uzzano. 

Este pueblecito no lo he podido identificar. 

Pontito, el pueblo más bonito del valle. Lo veremos a la vuelta. 

Si no me equivoco se trata de la localidad de Crespole. 

Panorámica desde Croce a Veglia, mirando hacia el Norte. 

Esta zona también se conoce como los Apeninos de la Toscana. 

En invierno esta zona esta nevada habitualmente. 

Subimos a esa montaña, llamada Monte Granalo. 

Comida campestre en Croce a Veglia

Caperucita roja tiene frío. 


Como que había que hacer un poco de ejercicio, empezamos a subir hacia otro collado, en dirección al Monte Granalo, con intenciones pajareras. Lo más interesante fué ver a un grupo de perdices, que Oriol pensó que eran perdices griegas, pero al final resultaron ser nuestras familiares perdices rojas, eso sí, de un tamaño más que notorio. 

Suave ascenso por una pista en buen estado. 

De vez en cuando vemos algún grupo de coníferas, seguramente plantadas expresamente. 

Unas texturas en los troncos cortados en el camino. 

Debajo nuestro la "Suiza de Pescia", con los dos valles principales. 

Vista de la preciosa localidad de Pontito. 

Enfrente de Pontito en primer término Stiappa y al fondo Castelvecchio. 

Parejita de perdices rojas (Alectoris rufa).  

Eran realmente muy grandes. 

Una pequeña ascensión nos llevó a la cumbre del Monte Granalo, con unas vistas muy bonitas hacia el Norte, en dirección a la Penna di Lucchio. Coincidimos con una simpática pareja y descendimos directamente hacia la pista en dirección a una zona encharcada a la búsqueda de alguna salamandra autóctona, que se resistió a la búsqueda. 

Subiendo por prados al Monte Granalo. 

Al fondo montañas que superan ya los 2000 metros de altura. 

Penna di Lucchio, montaña que nos atrae irresistiblemente. 

Las montañas al fondo son de los más interesantes y bonitas.  

Un gran mastín, con aspecto de bonachón, realizando su trabajo. 

Que era evidentemente vigilar el ganado. 

Buscando anfibios, aunque en mala hora. 

De vuelta a la pista nos sentimos obligados a visitar Pontito. 

Assumpta nos había esperado echando una siestecita al sol. 

Chiara también se habría quedado. En su mano una de las cosas que va recogiendo.

La primavera empezaba y los cerezos estaban en flor. 

Bajamos a continuación hasta la localidad de Pontito, uno de los pueblos más bonitos que he visto en Italia. Esta situado en una ladera expuesta al sol, ya que los inviernos son fríos y nivosos. Todo el pueblo está muy inclinado y la carretera lo rodea, ya que es imposible circular por sus calles con vehículos. Ahí va una selección de imágenes. Por supuesto con texturas. Sobran los comentarios. 














Pontito entre Stiappa y Castelvecchio. 


La última visita del día fué a Castellvecchio. No visitamos el pueblo, que tiene una enorme iglesia en las afueras, para el tamaño del pueblo, pero nos paramos en un bar a la entrada donde tomamos un café. Los márgenes estaban repletos de orquídeas blancas, que no me atrevo a clasificar  con seguridad sin guía. 

Enorme iglesia, casi un Duomo. La del pueblo es mas pequeña. 

Curiosa escultura. 

Simpáticas tazas, con un riquísimo café. 

Supongo que es Orchis provincialis



Enlaces a otras entradas de la Toscana