viernes, 14 de noviembre de 2014

Travesía Bujaruelo-Bachimaña-Sallent del Gállego: Bienvenidos al paraíso.

Recorrido: San Nicolás de Bujaruelo-Cuello de Brazato-Refugio de Bachimaña-Cuello del Infierno-Cuello de Tebarray-Respumoso-Sallent de Gállego (25-26 Octubre de 2014)

Este recorrido forma parte del GR 11 y en el blog del GR  tendrá en breve una entrada detallada, pero no me puedo resistir a compartir con el resto de los no montañeros una de las más bonitas travesías del Pirineo oscense.  De todas maneras está será una entrada menos narrativa, más de imágenes y sensaciones.

Tanto me ha gustado que si me incineran creo que ya sé donde quiero que tiren mis cenizas...Tranquilos que esta cerca de un refugio y se asciende cómodamente, aunque como podeís suponer no tengo ninguna prisa... 

Bromas aparte, la belleza y variedad de su paisajes, sus desniveles razonables y progresivos, la época del año y, cómo no decirlo, la magnífica hospitalidad del refugio de Bachimaña hacen que sea una travesía para disfrutarla en dos cómodas jornadas de 7-8 h de marcha. 

Como ya he comentado no voy a hacer una narración detallada del recorrido (será en la entrada del GR 11) sino de lo que más me ha gustado y que por tanto he fotografiado. Algunos rincones como el valle del río Ara, los ibones azules o la pleta de Respumoso son un paraíso para el fotógrafo, que se pasaría el día entero en cualquiera de ellos, buscando el encuadre, la luz y el momento óptimos. 

Iniciamos el camino dejando el coche en San Nicolás de Bujaruelo. Ascendemos siguiendo el valle del río Ara, dejando atrás los acantilados de Ordesa. Aún entre sombras disfrutamos de una auténtica sinfonía de colores otoñales. 



El pico y el valle de Otal aún entre sombras

Más colorido casi imposible. El bosque estaba en su mejor momento

Detalle del bosque caducifolio; hayas, abedules, arces...

Ese momento mágico en que el sol acaricia las cumbres

Llegamos al Cubillar del Bado y dejamos a nuestra izquierda el Valle de Ordiso, con un magnífico hayedo que ya empieza a estar pasado. Vemos enfrente la imponente mole del Vignemale, Comachibosa en Aragón, nombre desde luego mucho más apropiado desde esta vertiente. La luz está en uno de sus mejores momentos, creando sombras que dan más profundidad al paisaje. 

Valle de Ordiso 

 Macizo de Comachibosa (Vignemale), con sus 3303 m. de altura

Detalle del macizo con la Punta Zerbillona

Valle de Ordiso con HDR, técnica que combina 3 exposiciones 
diferentes para lograr una exposición final correcta

Mirando atrás...

Y seguimos mirando atrás para disfrutar del otoño

El camino sigue subiendo amigablemente por la derecha del rio para llegar al cubillar de Labaza, ya apenas sin bosques y con la cumbres  axiales al fondo. Sin embargo, algunos árboles y arbustos en plenitud de colorido compensan la desnudez de estos altos valles. 

Ascendiendo hacia el cubillar de Labaza

Solitarios arbustos alegran el camino

Mirando atrás desde Labaza sorprende el alegre colorido de las laderas

Un suave descenso nos lleva a la unión del rio Ara con el barranco de Espelunz, que es cruzado por un moderno puente. Aunque la tentación de seguir este valle es grande, debenos seguir remontando el curso del rio Ara, para alcanzar el barranco de los Batanes y ascenderlo en dirección al cuello de Brazato. 

Barranco de Espelunz, con unas bonitas gradas que nos 
recuerdan a las gradas de Soaso, aunque en terreno silíceo

Contrafuertes del Comachibosa, que se remontan 1.500 m hasta la cumbre

Entre las cumbres del pico de Bacías (2760 m) y el Pico de los 
Batanes (2894 m) el barranco de los Batanes

¡Cómo se aferra la rala vegetación a tan pobre sustrato!

Ascendemos a buen ritmo dejando a nuestra espalda el macizo del Vigemale y entendemos su nombre aragonés: coma chibosa, es decir gibosa, por las dos gibas de la cumbre. Pequeños lagos alegran la rudeza de las tarteras, hasta llegar cómodamente al amplio cuello de Brazato, que se abre a los valles de Panticosa. 


Comachibosa, con las gibas del Vignemale (3303 m) y la punta Cerbillona

Ibón de los Batanes, ya muy cerca del cuello de Brazato

Cuello de Brazato por la vertiente de Panticosa. 
En primer término los ibones altos de Brazato

Nos ahorramos la bajada a Panticosa y el siguiente ascenso a Bachimaña siguiendo un sendero que resigue la tuberia horizontal que sale del Ibón de Brazato. Llanea un buen trozo, con dos túneles incluidos, para luego ascender a un pequeño collado. Justo en este momento un rebaño de sarrios (nombre aragonés del rebeco o isard en catalán) nos miró curiosos. Fijaros que es una subespecie con un color del pelaje distinta a la que vemos en el Pirineo Oriental. Tras reptar y gracias a la paciencia de mis compañeros se dejaron inmortalizar con una luz magnífica. 

El otoño no sólo son hojas en los árboles

Sabe que no soy peligroso...

Posando con toda su fuerza animal

Mirándonos atentamente el magnífico grupo de sarrios (Rupicapra rupicapra)

El camino asciende luego un corto tramo para luego llanear hacia el refugio, adonde llegamos con las ultimas luces. Está previsto que esta sea la ruta oficial del GR 11, ya que tiene muy poco sentido bajar a la Casa de Piedra en Panticosa cuando podemos llegar cómodamente por un plano y bonito camino al refugio de Bachimaña, inagurado en el 2012. 

LLegando a Bachimaña, con el circo de Bramatuero al fondo

 En fin, las chorraditas que me gusta fotografiar...

El sol se pone en las crestas de Paterneille

El refugio de Bachimaña es una estupenda instalación, muy bien diseñada, con habitaciones que incluyen baño y ducha de agua caliente sin sobrecoste. Cenamos bastante bien e incluso nos pusieron vino sin sobreprecio. Por menos de 40 euros (sin el descuento de la Federación Aragonesa) alojamiento, ducha, cena y un buen desayuno. 
A ver si aprenden los de refugios como el de Colomers, que por un precio bastante superior (creo recordar que 55 euros con el descuento federativo) no nos dieron ducha caliente, una birria de desayuno (un tazon de leche desteñido, dos galletas maría, dos tostadas, y unas tarrinas minúsculas de sobrasada, mermelada y mantequilla, y por supuesto sin poder repetir porque estaba contado por persona) y una cena pésima, que al parecer es repetitiva: sopa (agua teñida con fideos en realidad), lentejas (más bien cáscaras de lentejas) y trucha (deben de tenerlas baratas de la piscifactoría...). Y además haciéndose rogar para que nos dieran el desayuno antes de la 8 de la mañana...No me extraña que trabajando 3 meses con la gente de Carros de Foc vivan el resto del año. A mi no me vuelven a ver el pelo...Antes cargo con la tienda, el fogón y el saco. 
A ver si la Federación Catalana mete mano porque se trata de un precio doble y con un servicio doblemente...pésimo. No pido lujos asiáticos, pero tampoco que me tomen el pelo...Es que si no lo suelto reviento...

Al día siguiente y con buen tiempo iniciamos la ascensión al Cuello del Infierno. Se pasa primero por el ibón Azul bajo (horriblemente represado), pero cuando llegamos al ibón Azul alto nos sentimos transportados directamente al Paraíso en la Tierra...
El colorido de los picos, el cielo azul, el verde que pardea de  la hierba y la limpieza del lago son impresionantes. 

 Pasado el ibón alto de Bachimaña

Cascada camino del Cuello del Infierno

Multicolor pirámide del pico de Piedrafita o pico de Pondiellos (2916 m)

Ibón Azul alto: el paraíso

Panorámica: picos del Infierno, cuello del Infierno, pico de Piedrafita y pico Gaurier

Reflejo en el lago

Ya en el cuello del Infierno contemplamos uno de los ibones más bonitos de los Pirineos, el de Tebarray. Por la derecha asciende el camino para alcanzar los 2782 m del Cuello de Tebarray. Aprovechamos para subir al pico más oriental de los Infiernos, ascensión sin dificultades pero que requiere una constante atención por lo descompuesto de la roca. 

Ibón de Tebarray, Gran Alto de Pondiellos (2916 m), antes llamado
Pico de Tebarray y cuello de Tebarray, antes llamado de Piedrafita

Subiendo hacia los Infiernos los picos de Piedrafita, en medio, 
 y de Gaurier, a la derecha,  a más de 2900 m de altura

Desde el pico oriental del Infierno el Midi d'Ousseau, los picos de Arriel y Pallas
y el Balaitous. Debajo el ibón de Tebarray y el Gran Alto de Pondiellos

Impresionante panorámica desde los Infiernos

Ferrán, Manuela, Jesús y un servidor en el pico del Infierno

Volviendo al cuello del Infierno

Desagüe del ibón de Tebarray

Tras volver a collado nos queda una corta ascensión al Cuello de Tebarray, para en un empinado descenso bajar hacia Respumoso con la imponente silueta del Balaitous al fondo. Las nubes crean unos curiosos contrastes. 

Ibon de Llena del Cantal  con el Balaitous al fondo. A la derecha 
el pico Cristal (va por tí Jesus)

Pico de Respumoso (2727 m), antes llamado
Pico de Campo Plano

Picos de Respumoso y de Llena o Lana del Cantal (2956 m)

Pequeñeces en la inmensidad de la montaña

Hacia la Collata de San Martín. A la derecha los picos de Cambales, 
Peña de Aragón y Petite Fache

Bajando hacia Respumoso con la pirámide de la Llena del Cantal al fondo

Paso del rio entre los ibones represados de Respumoso

Reflejos de las crestas de Frondella

Bonsai en Respumoso

Artístico y tétrico aspecto del embalse vacío

Pirámides de Respumoso: Pico de Respumoso, Llena del Cantal, 
Piedrafita y Gran Alto de Pondiellos

Sólo nos queda bajar hacia La Sarra por un agradable camino que transcurre entre hayedos y otras especies de predomicio caducifolio, entre cascadas y roquedos, disfrutando a cada momento de esta agradable caminata, aunque cansada debido a los casi 1500 m de desnivel de bajada. Al día siguiente se notaba... 

Bosque mixto bajando hacia La Sarra

Paso de l'Onso

Barranco de Arriel

En la Plana Tornadizas

Curioso y rectilíneo desfiladero

Imposible no pararse...

Más y más cascadas nos alegran el camino

Sierra de Sestrals

Despidiéndonos del pico de Montcalvós