lunes, 1 de marzo de 2021

Desde el Paraíso a los Tres Infiernos

Picos del Infierno desde Bachimaña y los Ibones Azules: Balneario de Panticosa-Refugio de Bachimaña-Ibones Azules-Collado de Tebarray-Picos del Infierno-Collado de Pondiellos-Ibones de los Arnales-Refugio de Bachimaña-Balneario de Panticosa. 

18-19 de Agosto 2020

Desnivel: 900 m desde Bachimaña
Tiempo: 9 horas, con comida y paradas, desde Bachimaña
Dificultad: Media (algún paso de II grado)  

Me quedé con las ganas de subir a los Picos del Infierno Central y Sureste tras haber subido al Pico Noroeste al transitar en el GR11. Tras acabar las etapas de la Alta Ruta Pirenaica era uno de los picos a los que habíamos planeado ascender. Y con el aliciente de subir de nuevo, pasando por ese trocito del paraíso que son los Ibones Azules, a unos Infiernos que no lo son en absoluto. 

Como que volver por el mismo sitio es algo que siempre trato de evitar, propuse a mis compañeros volver  por la cara Sur de los Infiernos, para descender desde el collado de Pondiellos a los Ibones de los Arnales y desde aquí al refugio de Bachimaña, donde habíamos dejado la tienda y los sacos de dormir, puesto que el refugio estaba lleno y, aunque nos dieron cena y desayuno, tuvimos que dormir fuera de su acogedor abrigo. 

Salimos por tanto el dia anterior, después de abandonar los atiborrados Baños de Panticosa. Estaba repleto de coches y gente, sobre todo furgonetas. Ya sabíamos que en poco más de una hora y por buen camino nos plantaríamos en el refugio de Bachimaña. Plantamos la tienda justo debajo, en un pequeño y mullido prado. Pasamos hasta calor, ya que subimos con el plumas y en la tienda estábamos bastante apretados.  

Dejamos atrás los atestados Baños de Panticosa. 

Fúngicas texturas. 

Salto del Pino.  A esta altura Vicente se pegó un buen corte en tres dedos 
de la mano con un cable de acero deshilachado en un pasamanos. 

Cuesta del Fraile, parte más empinada de la subida a Bachimaña. 

Vicente disponiéndose a cruzar por la presa del ibón de Bachimaña Inferior. 

Desde el refugio la presa del ibón de Bachimaña Superior. Se ve nuestra tienda debajo. 

Magnifico lugar de acampada a un paso de la cena y los chupitos del refugio. 

El sol se pone en la Sierra de Tendeñera, hermana gemela de Peña Telera. 

Como ya he comentado, trazamos una ruta circular para acabar de nuevo en el refugio, pasando por los poco frecuentados ibones de los Arnales. Aunque no haya camino, la ruta se puede acortar  desde el collado de Saretas, bajando directos hasta los ibones de los Arnales, por un terreno complicado pero factible, como comprobamos más adelante desde estos últimos ibones. Salimos al alba para ascender siguiendo el GR11 hasta los paradísiacos ibones Azules. 

Ruta circular de la ascensión a los Infiermos. 

Con las sombras de la primera hora dejamos atrás el refugio. 

Dejamos atrás el ibón de Bachimaña Superior, siguiendo las familiares marcas del GR11. 

Enfrente nuestro el pico de Piedrafita (2959 m). 

Al fondo, de izquierda a derecha Infierno Sureste (3079 m), Infierno Central (3083 m),
 apenas perceptible, la Marmolera y el Infierno Noroeste (3075 m).

Tras un repecho alcanzamos los ibones azules, Os Azules en aragonés. Aunque el primero está represado y no es tan hermoso, el ibón superior es de los lugares más bonitos de Pirineos. De ahí el título desde el Paraíso a los Tres infiernos. La conjunción de las prístinas aguas del ibón, los prados de un verde rabioso, los roquedos de un colorido pictórico y enfrente el Pico de Piedrafita y los Infiernos crea un lugar de una belleza commovedora. Pocos lugares hay en Pirineos que te hechicen tanto. En mi caso me confieso fascinado, perdido, rendido ante este trocito del Paraíso...en la Tierra. Empezamos con el primero de los ibones. 

Panorámica desde el primer ibón Azul. De izquierda a derecha Arnales e Infiernos, en el centro el
 collado de Tabarray (2722 m), pico de Piedrafita, Pico Gaurier (2906 m) y Punta Zarre (2941 m).

Detalle del ibón y el pico de Piedrafita. 

Remontando hacia el ibón superior miramos atrás para ver las orillas de ibón inferior. 

Tras un breve tramo de subida, bastante empinado, alcanzamos el segundo y más elevado de Os Azules. Es todavía más bonito y es donde se reúnen esta amalgama de virtudes que he mencionado antes.  Imposible no detenerse unos instantes y disfrutar del lugar, diferente en cada época del año. Particularmente me gusta más en otoño, cuando la hierba se llena de matices pardos y amarillos. 

Panorámica desde el segundo ibón Azul, con parecida visión a la anterior. 

Detalle de este fragmento del Paraíso. 

Panorámica tras bordear el ibón por el lado derecho. 

Empezamos con la cómoda ascensión, poco más de 300 m de desnivel, que nos llevará hasta el collado de Tebarray, entre el Pico de Piedrafita y la cara Norte de los Infiernos, con sus maltrechos glaciares, por desgracia. Antaño llegaban hasta el fondo del valle, aún vemos las morrenas que lo atestiguan, defendiendo su impresionante cara Norte. 

Hasta el camino es plácido en este rincón de Edén. 

A buen ritmo, contemplando la cara Norte de los Infiernos con la muy
característica Marmolera. Dentro de un rato cabalgaremos sobre ella. 

Afrontamos una parte más pedregosa de la subida, pero cómoda y agradable. 

Texturas en los contrafuertes del Pico de Piedrafita. 
Pocas cosas más se pueden pedir. 

Encima nuestra la cresta de los Infiernos y uno de los maltrechos neveros. 

Desde el collado de Tebarray miramos atrás para contemplar 
al fondo la mole del Vignemale (3298 m)

Ibón de Tebarray. Uno de los más curiosos, por la altura y lugar, y bonitos de Pirineos. 
Encima el Pico de Tebarray (2916 m) y a la derecha el Cuello de Llena del Cantal
(2765 m), por donde transita el GR11 hacia el refugio e ibón de Respomuso. 

Desde el siempre ventoso y frío collado de Tebarray, la ruta hacia los Infiernos sube hasta alcanzar la cresta de orientación Noroeste que baja de los Infiernos. Se puede subir por diversos trazados por el lado Oeste, con alguna trepada fácil al final (II grado).  Desde aquí se continúa hacia la cresta de orientacion Oeste que baja desde el Infierno Noroeste, siempre por encima de la Marmolera, por un camino marcado con fitas justo por encima de ella, hasta alcanzar un pico secundario llamado Garmo Blanco. 

Desde la cresta debajo nuestro el Ibón de Tebarray. A la izquierda el Pico de Tebarray, 
en medio el Cuello de Llena del Cantal y a la derecha el collado de Tebarray. 
Al fondo el imponente macizo del Balaitous (3146 m). 

Ya vemos al fondo el Infierno Noroeste (3075 m). Se aprecia el camino 
a seguir por encima de la Marmolera hasta el Garmo Blanco. 

El camino está bien marcado, siempre por el borde de la Marmolera. 

Aunque parezca difícil en el caso de Vicente, al fondo, es bastante fácil y seguro. 
Este trío se nos acopló porque iban un poco despistados. 

Mirando atrás se ve el camino recorrido desde una cresta a otra por encima de la Marmolera.

Haciendo una panorámica desde el Garmo Blanco. 
 
Y esta es la panorámica desde el Garmo Blanco hacia el Suroeste. 

Ahora la panorámica desde el Garmo Blanco es hacia el Noroeste. 

Detalle de los ibones de Pondiellos. Encima, de izquiera a derecha, Aguja de Pondiellos (3016 m),
 Garmo Negro (3066 m), al fondo el Argualas (3046 m) y a la derecha el Algas (3033 m). 

Al fondo el Balaitous y justo debajo el Pico de Tebarray. 

Fácil trepada desde el Garmo Blanco al Infierno Noroeste. 

Cima del Infierno Noroeste. 

Aquí estuvimos con el CEP al realizar el GR11. 

Hemos alcanzado el primero de los tres Picos del Infierno, en concreto el Noroeste, que es el más bajo (3075 m). Los podríamos rebautizar cono los tres Infiernos de las religiones monoteístas: el Infierno Judío, el Infierno Cristiano y el Infierno Musulmán. Afortunadamente los tres picos están desprovistos de cruces, estrellas de David o medialunas árabes.  Estaba bastante concurrido por lo que enfilamos la fácil cresta formada por la Marmolera hacia el Infierno Central (3083 m). 

Panorámica hacia el Norte desde el Infierno Noroeste. 

La misma imagen con las cimas principales. 

Detalle del Balaitous. Debajo el Pico y el ibón de Tebarray. 

Ahora nos centramos en las vistas hacia el Pico de Piedrafita y el Gran Facha.

Detalle de este grupo de cimas. 

Asomándonos a la cara Norte de los Infiernos, con sus maltrechos glaciares. 
En medio los ibones Azules y al fondo el gran ibón de Bachimaña Superior. 

Cresta con la Marmolera hacia el Infierno Central y el Infierno Sureste, 
que parece que sea el más alto pero no lo es. Es el Central. 

La cresta se presta a posar. Empezamos con Maite. 

Seguimos con un servidor. 

Y acabamos con el último del trío, Vicente. 

Con el Balaitous al fondo. Cortesía de Maite.  

Paramos a almorzar algo en el Infierno Central, el más elevado.  Por cierto, me dejé la navaja Opinel que me dió mi cuñado en su cima.  Además recuerdo perfectamente donde. Vale la pena entretenerse un rato porque las vistas hacia el Balaitous, el Garmo Negro y la cresta de la Marmolera son  fantásticas. Todo un gozo para la vista y los sentidos. 

Panorámica hacia el Norte desde el Infierno Central, el más elevado. 

Aquí me dejé la navaja, mirando al Infierno Sureste, que sigue pareciendo más alto. 

Foto de grupo en el Infierno Central, Detrás el Infierno Noroeste y el Pico de Tebarray. 

Un rápido descenso a una brecha, seguido de una trepada fácil, nos conducen al último de los Infiernos, el Sureste, formado en este caso por materiales calcáreos. Aprovechamos para tomarnos el  tradicional chupito de pacharán Baenaek, de elaboración limitada (3 litros al año) y exclusiva. Vale la pena completar este demoníaco cresteo por los tres infiernos monoteístas. 

Brecha entre los dos últimos Avernos.  Es bastante tenebrosa. 

Aromática de la familia del tomillo. Se trata del serpol (Thymus serpyllum). 

Desde el Infierno Sureste el Infierno Central y el Infierno Noroeste, separados por la Marmolera. 

Debajo nuestro los ibones Azules y el ibón de Bachimaña Superior. 

Cresta que lleva al Pico de los Arnales (3002 m), en el centro de la imagen. 

Un brindis por los Tres Infiernos, mirando al Balaitous. 

Toca ahora descender por la cara Sur del Infierno Central, que es casi lo más delicado de la ruta, al tener que bajar por una pared descompuesta, a la derecha de una canal que separa los dos picos.  No está muy bien señalizada y hay que poner atención en algún paso. Finalmente llegamos a las tarteras al pie de la canal que baja desde el Infierno Central y el Infierno Sureste. Desde allí se flanquea hasta los collados de Saretas y de Pondiellos. 

Descenso por la cara Sur, por una empinada ladera.  

Casi al final el paso más delicado, que se supera con una buena dosis de prudencia. 

Desde la seguridad de la tartera el Garmo Negro y los ibones de Pondiellos. 

Mirando atrás, a la izquierda el Infierno Central y la cara Sur por donde 
hemos bajado, la canal entre entre los dos picos y el Infierno Sureste.  

De izquierda a derecha collado de Saretas (2834 m), Pico de Pondiellos (2917 m), collado 
de Pondiellos (2812 m), Aguja de Pondiellos (3016 m) y Garmo Negro (3066 m). 

Nos asomamos al collado de Saretas por si hay camino marcado para bajar a los ibones de 
los Arnales,  pero no vemos trazas. Un montañero nos comentó que tenía un track. Luego 
vimos que es un descenso factible y más rápido.  A la izquierda entre nubes el Vignemale.
 A la derecha la collada Alta de Brazato, por donde pasa el GR11 que viene de Bujaruelo.

Los ibones de Pondiellos. Al fondo el Midi d'Ossau (2885 m). 

Desde el collado de Pondiellos se desciende directamente a los Baños de Panticosa, por un transitado camino. A media bajada nos desviamos hacia la izquierda por un imperceptible sendero, con alguna fita ocasional, que llanea hasta los ibones de los Arnales. Paramos a comer en un paradisíaco primer ibón y pude dar una vuelta por los alrededores. 

Flanqueando hacia los ibones de los Arnales.  A la izquierda el collado de Saretas, desde 
el que es factible atajar hasta los ibones por un terreno complicado pero facil aparentemente. 

Ibones de los Arnales, bajo el Pico de los Arnales al fondo. 

El lugar es muy  bonito y pudimos comer agradablemente

Vista desde los ibones de los Arnales. Al fondo Tendeñera. 

El venenoso acónito (Aconitum napellus). 

El agua es clara y cristalina. 

Renacuajo, bien desarrollado, de rana bermeja (Rana temporaria).

Sólo nos queda una pequeña subida al Cerro de los Arnales, para iniciar el descenso, por un camino ya bien marcado, hacia el refugio de Bachimaña. La ruta es muy agradable y nos conduce al final de la Cuesta del Fraile. En un momento nos plantamos en el refugio donde nos refrescamos con una cerveza mientras aprovechábamos para secar la tienda. 

Ya vemos los ibones de Bachimaña y el refugio. Al fondo, de izquierda a derecha, 
Punta Yarret (2765 m), collada de Pecico o Puerto de Marcadau (2541 m), que
lleva al refugio de Wallon, Picos de Marcadau (2677 m) y la larga
carena que conduce hacia los picos de l'Aratille. 

Presa del ibón de Bachimaña Superior y al fondo el Puerto de Marcadau. 

Genciana (Gentiana lutea). Sus raíces son parte de la fórmula del Martini. 


Apéndice

Como que la cosa va de Infiernos, os dejo un par de videos de satánicas canciones sobre  caminos, carreteras o similares que llevan al Averno. Pongo primero la que más me gusta y que además es poco conocida. Se trata de Road to Hell, del gran Cris Rhea, con su voz de cazalla (o quizás pacharán...) y su virtuosismo a la guitarra. El otro video es más conocido y un clásico de ACDC. 









 





 








3 comentarios:

  1. Todo un espectáculo de picos flore lagos.Gracias Josemi por poner esta cosas tan bellas un Saludo.

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  2. Solo que tu las disfrutes ya es un estímulo para mi.

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