jueves, 4 de febrero de 2021

No todo son tresmiles: el Anayet

 Anayet (2574 m) desde el aparcamiento de Formigal

20 de Agosto 2020

Desnivel: 1000 m
Tiempo: 5 horas 
Dificultad: Media (canal-chimenea con algún paso de II grado).  

Os propongo una ascensión que no destaca por su altura, pero sí por su belleza y singularidad. Belleza por la aproximación (con la mole del señorial y altivo Balaitous dominando el camino), por el maravilloso Llano de Anayet con sus ibones sobre el que emerge la cumbre, por el colorido del roquedo de las areniscas (de un rabioso rojo que casi daña la vista) y por las extensas panorámicas que se dominan desde su aislada cima. 

Singularidad por tratarse de un antiguo volcán, como su hermano gemelo el Midi d'Ossau, aunque quizás sería más correcto llamarlo hermano pequeño. Cuando llegamos a su cumbre vemos a este hermano mayor en todo su esplendor y nos preguntamos que cataclismo los separó, o quizás que ancestral dios de las profundidades de la tierra los condenó cruelmente a estar separados. 

Realizamos esta ascensión tras acabar varias etapas de la Alta Ruta Pirenaica (ARP), ya volviendo hacia casa. Estábamos en el aparcamiento de las pistas de esquí  de Formigal y por la tarde teníamos que subir al refugio de Respomuso para subir a los Infiernos, por lo que Maite y un servidor aprovechamos, sin madrugar demasiado por cierto, para subir en una agradable y cómoda matinal al Anayet.

Vicente prefirió quedarse en la furgoneta y nos preparó un excelente risotto a la vuelta. Gracias por tanto a Maite por hacer de guía (ya había subido un par de veces) y a Vicente (que también había ascendido una vez) por hacer de cocinero.  En mi caso era la primera ascensión, de la que tenía muchas ganas desde que pasé haciendo el GR11. 

El acceso al aparcamiento de Anayet está cerrado fuera de la temporada de esquí, por lo que se sale de la carretera que sube a El Portalet. Seguimos fielmente el GR11 hasta los Llanos de Anayet. No queda más remedio que seguir la carretera asfaltada hasta el aparcamiento de Anayet, donde empieza el camino, muy frecuentado, que sube por el Barranco de Culibillas y por La Garganta (poco profunda por cierto...) hasta los Llanos de Anayet.  

 El  Pico Culibillas y la Punta Deras Arroyetas . Ya se insinúa el Barranco de Culibillas. 

 Superada La Garganta, en medio la Punta de la garganta (2145 m) y a la derecha el Garmo
de Campos de Troya (2218m). Al fondo el Balaitous (3146 m), los Infiernos (3082 m), 
el Garmo Negro (3051 m y el Argualas (3044 m).  

 Llegamos a los Llanos de Anayet y ya vemos la esbelta cumbre del Anayet (2574 m). 

 Desde los ibones de Anayet sobresale poderoso, agujereando los cielos, el Midi d'Ossau
 (2884 m). Lástima que sea un lugar tan frecuentado, rompiendo parte del encanto. 

 Por suerte la herramienta clonar permite convertir a la imagen en 
un solitario e idílico rincón del Pirineo Aragonés. 

Desde los Llanos de Anayet el camino se dirige hacia el Este, hasta remontar el Cuello de Anayet, que desde aquí parece casi infranqueable, como la misma cara Este del Anayet,  por donde ascenderemos sin muchas dificultades. La subida es progresiva, aderezada por el increíble color de las areniscas que forman la base del Anayet, el Vertice de Anayet, la Punta Deras Arroyetas y el Pico Culibillas. 

Subimos hacia el Cuello de Anayet, a la izquierda de la imagen. 

A la izquierda el increíble colorido del Vértice de Anayet (2555 m). 

Desde el Cuello de Anayet giramos hacia la derecha hasta alcanzar una característica repisa de arenisca. Una corta y ancha canal nos lleva al pie de un pequeño muro que se flanquea hacia la derecha, asegurado por unas gruesas cadenas. Tuvimos que esperar un buen rato, casi media hora,  porque estaba volviendo un grupo y de bajada lo pasaron bastante mal, especialmente una mujer de edad avanzada.  Pasado este tramo, una ancha canal, más que chimenea, nos conduce rápidamente a la cima.  

Seguimos por la repisa a la derecha del bloque de arenisca. El paisaje es irreal. 

A la derecha el Vértice de Anayet, que se continúa en 
la Punta Deras Arroyetas y el Pico Culibillas. 

Las flores y hasta los cardos lucen en estas coloridas rocas. 

Debajo nuestro se insinúa a la izquierda el camino del GR11 que baja hacia La Rinconada y la
 Canal Roya. A la derecha el camino que desciende hacia La Garganta y el aparcamiento. 

Superado el atasco flanqueamos hacia la derecha hasta la canal-chimenea que sube a la cumbre. 

La vista desde la cumbre, especialmente hacia el Norte es fantástica. No pudimos estar demasiado rato para evitar las colas en el paso de las cadenas, pero las panorámicas hablan por si solas. Aclarar que me he tirado un buen rato para identificar y poner nombre a las cimas que se ven, pero siempre es un placer sobreañadido a la ascensión de un pico: poder identificar las cumbres vecinas e imaginar que subiremos a ellas. 

Panorámica hacia el Sur. Al fondo de derecha a izquierda las Sierras de Collarada, Partacua 
y Tendeñera. Fijaros que la estructura geológica alrededor de los Llanos de Anayet parece 
una caldera volcánica, de forma redondeada. Luego os explicaré porqué. 

Panorámica hacia el Noroeste. Debajo el valle de la Canal Roya, por donde pasa el GR11. 

Detalle de las cimas hacia el Noroeste.

Al fondo los Picos de Aspe y el Bisaurín. En primer término la Punta de las Negras, 
cima muy interesante geológicamente, como os explicaré al final. 

Ahora en detalle las cimas de la zona de Linza, con la emblemática Mesa de los Tres Reyes. 

No podíamos dejar de fijarnos en el Midi d'Ossau, el antiguo volcán gemelo del Anayet. 

Panorámica hacia el Noreste. Aquí la sucesión de tresmiles es casi interminable. 

Aquí los teneís en detalle, junto a otras cimas emblemáticas. 

Debajo nuestro los ibones de Anayet y la Punta Espelunciecha (2399 m). 
Al fondo se insinúa Sallent de Gállego y la Peña Foratata. 

Detalle de los Infiernos, Garmo Negro y Argualas. Detrás el Vignemale. 

Ahora vemos el Palas, el Pico de Arriel y el Balaitous. 

La vuelta no es menos placentera que la ida, mirando casi siempre hacia el Balaitous, aunque es difícil no girar la vista para despedirnos del Anayet. En las cadenas tiramos por lo recto y nos cruzamos con una pareja para no esperar más, porque la gente va a su bola y no respetan que tu estés esperando.  Fuimos bastante deprisa para no hacer esperar a Vicente y su risotto, que con una clara bien fría nos sentó de fábula. 

Panorámica desde los Llanos de Anayet, con los dos antiguos volcanes: el Anayet y el Midi. 

Parece que la nube nos señala a nuestro querido pico. 

Por encima de la Punta de la Garganta vemos a lo lejos el Gran Facha, Llena del Cantal,
 Pico de Piedrafita,  Pico de Tebarray, los Infiernos, el Garmo Negro y el Argualas. 

Bajando hacia La Garganta y el Barranco de Culibillas. 

Entre la Punta de la Garganta  y las laderas del Garmo de Campos de Troya 
los Infiernos con sus características marmoleras. Por delante del Pico de 
Piedrafita ahora se ve mejor el Pico de Tebarray.  

Ahora nos fijamos en el Balaitous, con los Picos de la Frondella (3058 m) a la derecha. 

La Peña Foratata (2321 m) y a su derecha Los Infiernos. 


Apéndice geológico

Tanto el Anayet como su vecino Midi d'Ossau son los restos de antiguos volcanes. En el caso del Anayet se trata de un antiquísimo volcán que data del Pérmico, hace 250 Millones de años, es decir antes de la formación de los propios Pirineos. Lo que vemos hoy son los restos de una antigua gran caldera volcánica que ocupaba toda la zona. 

Aclarar que la cordillera pirenaica actual se formó hace unos 65 millones de años, pero lo hizo sobre un plegamiento anterior hace 250-300 millones de años, cuando la Península ibérica y Francia estaban separadas por el mar y chocaron las placas tectónicas. Fué entonces cuando se formaron estos volcanes, al fluir el magma, especialmente alrededor del Midi d'ossau, que era una gigantesca caldera volcánica. 

En el Anayet de esta antigua caldera sólo queda el pitón volcánico que es el actual pico de Anayet, un lacolito, que es la llamada Punta de las Negras, que es el relieve justo al Oeste del pico y un sill situado al Oeste, que es donde están los ibones de Anayet, con un grosor de unos 50 metros. La roca del Anayet es andesita volcánica. 

De nuevo os aclaro un poco la terminología. El pitón volcánico es lo que queda de la solidificación de la lava, en este caso dentro de la chimenea del volcán. Un lacolito y un sill son formaciones que se producen cuando fluye la lava a través de estratos sedimentarios. En los lacolitos se deforman estos estratos, protuyendo hacia arriba,  al ser la lava mas viscosa, mientras que el sill, con lavas mas fluidas forma capas laminares más extensas y planas. 

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