De nuevo este recorrido forma parte del GR 11 y el próximo año tendrá una entrada detallada, pero la tentación de compartir unas inolvidables jornadas hace que duplique esta entrada, de nuevo menos narrativa, pero más visual y de sensaciones. La climatología fué adversa, pero lejos de ser un infierno se convierte en luces y paisajes cambiantes, que enriquecen el camino. ¡Qué monótono sería atravesar los Pirineos de punta a punta con el mismo tiempo soleado! Nos perderíamos las brumas en las montañas y bosques, los arcoiris o ese raro placer de pasear por un hayedo helado.
Dejo para el blog del GR 11 las otras fotografías: la descripción del camino, las reconfortantes paradas, los caminantes en el camino, valga la redundancia o los momentos de asueto en refugios y albergues.
Como es habitual nos pegamos un madrugón y quedamos en Parets del Vallès a las cuatro de la mañana...Casi nos estamos acostumbrando. Ya sabíamos que el tiempo era inestable y que el lunes seguramente nos mojaríamos y nos nevaría, pero al no discurrir las etapas por altos collados valía la pena arriesgarse para seguir progresando hacia nuestra meta final, el cabo de Híguer.
Salimos de Izaba con aguanieve, para ascender al collado de Belozcarre por un sendero que transcurre primero por bosques de roble del país (Quercus pubescens), que luego son sustituidos por hayedos (Fagus selvatica). El paisaje nevado, con las viejas troncas nevadas es especialmente hermoso y nunca deja de cansarnos a nosotros, más propios de hábitats mediterráneos, donde la nieve escasea y por ello es especialmente bienvenida.
Maltrecho banco, pero lleno de colorido
A pesar del día el camino tiene su encanto
También los troncos caídos tienen su papel ecológico
Panorámica en el bosque caducifolio
Robles en la nieve
Viejas hayas que parecen vivas con esas prodigiosas y tentaculares ramas
A pesar de todo la vieja tronca del haya sigue ahí...
Alcanzamos el collado de Belozkarre con un paisaje totalmente nevado, que nos acompañará buena parte del camino hasta Otxagabia. La vegetación es distinta y predominan los pinares, posiblemente replantados. El ambiente es gélido, pero el viento no sopla en exceso y la sensación de frío es tolerable.
Gélida visión del collado de Belozkarre
Diminutos personajes que siguen disciplinadamente el camino
Bosques interminables
El camino discurre ahora por pistas, embellecidas por la nieve
Alcanzamos un cruce de caminos con un curioso lago helado. El cielo gris y las ocres aguas crean una curiosa amalgama. No se que imagen es mejor y por ello pongo las dos. Antes de acabar las pistas nevadas que nos llevaran a Otxagabia encontramos uno de los pocos refugios libres para poder pernoctar.
Curioso lago
Vision en angular (24 mm)
Se nota que ha soplado el viento
Un lugar para dormir: mesa, chimenea y unas tablas sobre las que reposar
El descenso hacia Otxagabía transcurre ya sin nieve, pero con un viento gélido y vislumbrando las carenas nevadas por las que debemos de caminar mañana. Un reconfortante café nos repone y aprovecho para fotografiar a placer uno de los muchos mirlos acuáticos (Cinclus cinclus). Se trata de una curiosísima ave que se ha especializado en alimentarse en ríos de montaña, precisando aguas rápidas y limpias. Os remito a la entrada de tan bonita ave de mi "ciberamigo" Abel (como dice mi hijo), al que no conozco en persona pero aprecio especialmente. Su blog no tiene desperdicio y como fotógrafo de fauna me pega cien vueltas, como mínimo...Hasta el nombre es guapo: afotandopolpedreru: http://afotandopolpedreru.blogspot.com.es/2012/05/mirlo-acuatico-cinclus-cinclus-el-buzo.html
Sierra de Abodi. Mañana la seguiremos por arriba.
Impresionan esos viejos robles
Otxagabia
Musgo sobre los muros que contienen el río
Mirlo acuático
Se aprecian perfectamente las tres coloraciones del ave
Mirlo acuático alimentándose
Tras descansar en la estupenda casa Iriarte en Oronz, 5 Km más abajo de Otxagabia, donde dormimos y cenamos estupendamente a un precio muy razonable, iniciamos la etapa más larga y dura del recorrido, sobre todo porque ya sabíamos que gran parte de ella sería sobre nieve, de la que desconocíamos su estado. No obstante, la primera parte, que asciende al santuario de Muskilda y luego baja a un bonito collado (Botin) transcurre sin nieve.
Santuario de Muskilda. No pudimos acceder.
Pero por el agujerito de la puerta vimos
esta notoria arcada
Parece que las ovejas también suben hacia la nieve...
Contrastes otoñales. Aquí todo el mundo iba caminando deprisa
sin gozar de tan bonito expectáculo. Sólo Ferran disfrutó tanto como yo...
Como siempre, vale la pena mirar atrás de vez en cuando
Acebo, de cuyos frutos se alimentan muchas aves en invierno.
Por eso está protegido y es tan importante no recolectarlo
A partir de aquí y prácticamente hasta el final la nieve se impone en nuestro trazado. Afortunadamente la primera parte fué con sol, aunque algo de viento y la nieve estaba bastante compactada en la carena, haciendo agradable la progresión
Hasta esa diminuta cabaña en la Sierra de Abodi debemos ascender
Enormes y solitarias hayas nos marcan el camino
Curioso y bonito aspecto del poste
A nuestros pies, inusualmente nevados, los hayedos de Irati
Imposible leer nada...
Expectacular panorámica de Irati desde la carena de la Sierra de Abodi
Los hayedos congelados sobre los bosques de Irati. Al fondos las crestas de Urculu
Paso de las Alforjas desde Idokorria
Bonita escena justo encima de donde comimos en tiempo record...
Tras reponer fuerzas seguimos el recorrido por la carena de la Sierra de Abodi, pero con un ambiente más glacial, casi lúgubre, pero con una magia difícil de explicar. Es de los momentos en que mas he disfrutado del GR 11. Pocas veces nos podremos encontrar con un hayedo carenero con nieve, hielo y niebla, pero que lejos de afear el paisaje no hacía sino darle una extraña belleza. Acabamos en Iriberri, ya sin nieve, con una merecida cerveza. Os dejo una selección de imágenes en las que sobran los comentarios. Disfrutadlas tanto como yo.
Tras recogernos nuestro excelente José Ignacio llegamos de nuevo a Oronz, donde una merecida ducha y otra buena cena en Casa Iriarte nos repusieron totalmente del esfuerzo. Mañana última etapa, que sabremos que será con lluvia, aunque las previsiones son de escasa cuantía. Decidimos seguir adelante para conocer casi toda la climatología navarra. De hecho casi todo el camino nos ha lloviznado, excepto algún breve paréntesis.
Bajando hacia Orbara
Ovejas pastando a los pies de Orbara
Multicolor escena
Subiendo hacia Latxaga, Orbara a nuestros pies
Mágicos momentos en el hayedo
Algunas hayas aún conservan las hojas
LLegamos a una altiplanicie, con prados, bosques y casas. Tras un descenso por otro bonito hayedo nos adentramos en los espesos bosques entre la Fábrica de Orbaiceta y Roncesvalles, que recorreremos por pistas hasta Auritz, final de nuestro periplo navarro.
Borda Malquiey
De esa encrucijada venimos...
Una sucesión interminable de prados, bosques y granjas
Hacia allá iremos, bordeando por la derecha
Mágico momento en que el arcoiris alegra el plomizo día
En cualquier momento parece que un trasgo vaya a salir...
Y siguen en pie...
A pesar de la llovizna, aún quedan buenas imágenes para registrar
Riachuelo serpenteando en el hayedo
Ya estamos algo cansados de la lluvia
Y por fin llegamos a Auritz/Burguete
De nuevo José Ignacio nos recogió para llevarnos, tras cambiarnos de ropa a Izaba, donde nos obsequiaron, nunca mejor dicho, con un estupendo menú por 15 euros, que nos hizo más llevadero el largo regreso de 5 horas hasta Parets.
Desde luego son las fotos mas espectaculares!
ResponderEliminarEsa nieve y hielo han quedado muy fotogénicos
Que paseis unas Felices Fiestas!!! Y en el 2015 , MAS!!
Estupendo fin de semana y aún mejor esta entrada en el blog. Magnificas fotos cuñaooo......
ResponderEliminarGracias por pasaros...a veces para disfrutar hay que "sufrir" un poquito...Buenas fiestas.
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