domingo, 7 de abril de 2019

Norte de Etiopia: del cielo de las Simien al infierno del Danakil. La depresión Danakil (II).

Norte de Etiopía. Sexta parte: el volcán Erta Ale.    

(18-19 de Noviembre de 2018)

Otro gran aliciente de la depresión del Danakil es visitar el volcán Erta Ale y contemplar su cráter con la lava hirviendo y gorgoteando. En pocos lugares del planeta podemos contemplar tan de cerca y de manera segura tan maravilloso fenómeno volcánico. Y por poco tiempo, ya que la actividad del volcán parece que va disminuyendo. 

El nombre de Erta Ale quiere decir "montaña que humea". Tiene una altura de 613 m, pertenece al tipo denominada volcán en escudo y está en actividad bien documentada desde 1967, aunque parece ser que en 1906 ya estaba en erupción. La parte que se visita es un cráter secundario que está por debajo de la cima principal. Hace unos años habían dos cráteres activos juntos.  


Imagen de archivo del Erta Ale en su esplendor. 

La visita suele realizarse de noche, acampando justo encima del cráter, por dos razones. La primera es el calor, más soportable por la noche. Imaginaros añadir el calor de la lava al lugar más cálido del planeta. La segunda razón es que se ve mucho mejor el lago de lava, ya que de día los vapores dificultan su visión. 

Tras visitar el Dallol emprendimos un largo traslado por carretera hasta la base del volcán. Pensad que en línea recta hay unos 100 Km, pero por carretera hay que dar un buen rodeo y ascender a un puerto de montaña, en la periferia de la depresión del Danakil. Realizamos alguna parada para satisfacer necesidades fisiológicas. 


Áridas montañas rodean por el Oeste el Dallol. 

Estos cactus son parecidos a algunos ornamentales. 

Las acacias son prácticamente los únicos árboles. 

Por algunos valles se insinúa algo de vegetación. 

Alcanzamos una depresión tras descender del puerto de montaña, menos árida. 

Paramos a tomar un refrigerio en una localidad, mientras que los guías de la empresa compraban la comida para la cena. El chiringuito estaba regentado por una señora mayor y dos chicas más jóvenes, Una de ellas era de una belleza especial, y, gracias a la discreción de mi cámara, la puede fotografiar con cierto disimulo. Ahí van las imágenes. Sobran los comentarios. 









A medio camino de la base del Erta Ale paramos a comer en un "hotel" de una pequeña localidad. El menú no era muy variado ni especialmente apetitoso o abundante. Creo recordar que tuvimos que insistir para que nos dieran algo de fruta de postre. Al día siguiente pararíamos en el mismo local, ya camino de Mekelle y el vuelo de vuelta a Addis Abeba. 

Comiendo el plato único. Con la chica inglesa de la izquierda, pero que trabajaba
en Sudáfrica, compartimos el todo terreno durante el viaje. Vicente
trabó, galantemente, conversación con ella. 

Ahora entendereís lo de "hotel" entrecomillado...

Continuamos el camino ya por mejor terreno hasta la base del volcán, por un terreno con conos volcánicos inactivos y extensiones de "malpaís". La vegetación era muy escasa, aunque al abandonar la carretera para ir por pista hasta el campamento del Erta Ale pasamos por una zona arenosa con más vegetación, especialmente de hierbas altas y acacias. 

Áridas extensiones de "malpaís". 

Antiguos cráteres jalonan estas inhóspitas extensiones. 

A pesar de todo, el paisaje es de una singular belleza. 

Seguimos por la carretera que va hacia Eritrea. 

Nos internamos en una zona arenosa al pie del Erta Ale. El cráter
que visitaremos es el montículo de la izquierda de la imagen.

Detalle del volcán Erta Ale. Parece más alto de lo que es, ya que sólo mide poco 
más de 600 m sobre el nivel del mar. Como estamos en la depresión Danakil,
 para subir a su cima tendríamos que añadir al menos 100 m más. 

Los afar buscando los escasos pastos. 

Desde el final de esta zona arenosa hasta el campamento donde cenaremos, para luego subir al volcán, tenemos casi una hora por campos de lava por una "pista", por llamarla de alguna manera, por la que se iría más rápido caminando. Me impactó muchísimo ver como vivía la gente en tan seco y inhóspito lugar. No hay más que algunas matas resecas y el agua está a kilómetros de distancia. La capacidad de supervivencia del hombre es increíble, desde el mundo helado de los polos a este otro desierto, de -60 a +60 grados. 

Chozas donde viven los afar. Alrededor son todo rocas volcánicas. 

Dentro de estas empalizadas guardan sus animales, sobre todo cabras. 

El gesto es muy elocuente: nos pedían sólamente agua.

Quizás la foto que mas me gusta de todo el viaje: esta niña corriendo descalza
sobre las cortantes rocas, corriendo a ver la novedad que suponíamos. 

Detalle de esta chiquilla. 

Este niño igual no se ha bañado en su vida. 

Puesta de sol desde el campamento. 

Tuvimos que esperar un buen rato para que preparasen la cena, ya de noche, antes de empezar la ascensión nocturna al cráter del Erta Ale. Se trata de un agradable paseo de menos de una hora. Se llega a un campamento donde dormiremos para volver al amanecer, dentro de chozas o al aire libre. Afortunadamente los guías te facilitan colchonetas y mantas o sacos. Basta con un saco ligero, ya que la temperatura sólo desciende con noche cerrada. Desde el borde del antiguo cráter se desciende hacia el cráter actual, que se puede rodear sin problemas, como de hecho hicimos. Las imágenes se comentan solas. Sólo destacar que cuando el viento se giraba hacia nosotros era difícil respirar. En el video podeís escuchar mi tos. 








Cráter del Erta Ale. 

Tras disfrutar un buen rato de este espectáculo único volvimos al borde del cráter para dormir un rato al aire libre. Lo cierto es que la temperatura fué bastante agradable y de madrugada me tuve que tapar. Tras beber un zumo y comer algunas galletas (no tuvieron el detalle de darnos una bebida caliente, cosa que no habría costado demasiado) volvimos para ver el amanecer. No pudimos ver la lava, ya que había mucho humo, pero disfrutamos de la vista desde un pináculo volcánico. 

Imagen aérea de hace unos años. El cráter que visitamos es el más pequeño y
 central. Se ve el pináculo al que subimos. El cráter superior ya no existe.  
Dormimos justo encima de éste último, encima de la cornisa. 

 Amanece sobre el Erta Ale. 


Desde el pináculo vemos las coladas de negruzca lava. 

Al fondo más actividad volcánica. ¿Un nuevo cráter?

 Panorámica del cráter. 


  Detalle del ígneo abismo. No se veía nada. 

Os dejo a continuación una selección de las fantásticas imágenes de estas lavas, solidificadas en caprichosas formas. Una maravilla para un forofo de las texturas como es el caso de un servidor. Me hubiera tirado horas y horas, pero tocaba descender  hacia el campamento. 

 





Fuimos de los últimos del grupo en abandonar tan fascinante lugar, no sin antes asomarnos una última vez a los fuegos del Averno. El sol a contraluz creaba imágenes espectaculares.  Fué una lástima no poderse quedar un poco más. 






Encima de la cornisa se en las cabañas junto a las cuales dormimos. La zona
por la que pasa la gente corresponde al desaparecido cráter de la foto aérea. 

Tras volver de nuevo al campamento encima del cráter iniciamos el descenso hasta los vehículos, con un sol que ya empezaba a calentar. El paisaje del descenso que no vimos la noche anterior es muy bonito. Al llegar nos pudimos asear un poco antes de emprender el regreso hacia Mekelle.  Tras la tortura de la pista nos separamos del grupo principal para llegar a tiempo para tomar el avión, ya que iban a comer a otro chiringuito en sentido contrario. Comimos en el mismo "hotel" del día anterior. 


Cabañas en el borde del cráter. Se duerme mejor bajo el cielo estrellado. 

Empezamos a bajar hacia los vehículos. 

Milagro: un árbol...

El paisaje sigue siendo irreal. 


Caprichosas formas de las lavas: ¿Un animal postrado quizás?

De vez en cuando algunas resecas matas jalonan el paisaje. 

Magnífico ejemplo de lava cordada. 

Nuestros camelleros bajando las colchonetas en las que dormimos. 

Lo más fértil del trayecto, llegando al campamento. 

Detalle de las chozas. Nos pudimos asear un poco. 

Fastuoso retrete del "hotel" donde comimos. 

Lo mejor esta cerveza: la que más me gustó del viaje. 


Fauna del Danakil

Para mi fué todo una sorpresa ver que en tan árido lugar habían avestruces. Además era la primera vez que los veía. Son realmente impresionantes. Lástima de no haber recorrido las zona limítrofes con Eritrea, que son muy interesantes desde el punto de vista ornitológico. Pero además vimos también mamíferos interesantes, como vereís a continuación. 


Gacela Dorcas o Dorcas Gazelle (Gazella dorcas). 

Detalle de esta bonita gacela. 

Chacal común ó Common Jackal (Canis aureus). 

Aquí van unas cuantas imágenes de un grupo familiar  de avestruces comunes o  Commom Ostrich (Struchio camelus). El tono más rosado de la piel es normal. La última imagen es de un ejemplar joven. Sorprende que estén tan gordos en un lugar tán árido y con tan poco alimento. Deben de comer de todo.  







Por último, os dejo con unas cuantas imágenes del macho y la hembra de la Black-crowned Sparow-Lark (Eremopterix nigriceps). El último campamento estaba lleno, a la búsqueda de las migajas de los turistas. Es realmente muy peculiar, con esa gran mancha blanca en la cara. 








Aquí acabamos un fantástico viaje, seguramente ei mejor que he hecho hasta ahora. El resto del viaje no tiene historia: traslado hasta Mekelle y Addis Abeba, las aburridas horas de espera en los aeropuertos y el largo traslado hasta la península. De hecho ni tiré fotos. Bastante tenía ya por escoger y procesar. 

Mucho nos queda todavía por ver en Etiopía. Lo dejo para un próximo viaje, quizás con un cariz más  ornitológico, ya que la fauna más interesante está en el centro del país y en las zonas fronterizas con Somalia. Y además aún quedarán las montañas Bale, donde es más fácil ver el lobo etíope, el lago Tana y la zona más tropical del Este y Sur, con los cocodrilos más grandes de África según Wende.  

No obstante, aún colgaré del blog una última entrada de Etiopía. Por el momento no os doy más pistas. Los más avezados y quizás alguno de los expedicionarios posiblemente se lo imaginen. Será como retroceder en el tiempo. 



Enlaces a las otras entradas de Etiopía. 

Primera parte: Las iglesias excavadas en la roca de Lalibela. Pinchar aquí.  

Segunda parte: Gondar. Pinchar aquí. 

Tercera parte: Trekking Simien primera etapa. Pinchar aquí. 

Tercera parte: Trekking Simien segunda etapa. Pinchar aquí. 

Tercera parte: Trekking Simien tercera etapa. Pinchar aquí. 

Tercera parte: Trekking Simien cuarta etapa. Pinchar aquí. 

Tercera parte: Trekking Simien quinta y sexta etapas. Pinchar aquí. 

Cuarta parte: Axum, capital imperial. Pinchar aquí. 

Cuarta parte: Axum, flora y fauna. Pinchar aquí. 

Quinta parte: Tigray. Pinchar aquí. 

Sexta parte: La depresion Danakil. LLanuras de Sal y el Dallol. Pinchar aquí. 

Etiopía en blanco y negro. Pinchar aquí. 

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